¿Yy...y si le cambio el nombre, se acabó el cuento? Y el inteligente asesor le contestó: Eso eso eso

Una vez destruído psicológica, cultural y socialmente el país por los miles de muertos y las toneladas de autoritarismo que lanzó a la calle Felipe Calderón Hinojosa, el Usurpador y sus asesores pensaron que cambiándole de nombre a su guerra contra el narco se acabó el problema, así, de un día a otro lo que es, en la imagen ya no es 'lo que es'. Es decir, maquillaje para los muertos. Después de ríos de sangre empapando las calles de la 'tomada' República, y después de ver cuerpos mutilados aquí y allá, ahora (porque Calderón lo dice) creeremos que su loca guerra para legitimar a la fuerza lo que no ganó en las urnas, es por "la Seguridad Pública de todos los mexicanos (risas grabadas). 'Mañana' se cumplirá su torcido deseo (es decir, nunca) porque nunca es hoy para las mentiras de Calderón.