El manicomio

Los productores de los melodramas de La República de la Televisión acostumbran tomar medidas desesperadas cuando no cumplen con los raitings que satisfacen al monarca. Es común leer en la prensa del espectáculo que un productor -a media telenovela-, sustituye a un actor por otro, llama a la artista escándalo del momento o simplemente "mata" al actor menos proyectivo de la historia para replantear la estructura dramática. Ayer, al estilo de Juan Osorio, los panistas despidieron de su telenovela a Felipe Calderón Hinojosa, y contrataron al peor presidente de México para que (re)tome su lugar en la telenovela electoral del 2009. Es la mente televisiva total.

El guión de la novela histórica occidental cuenta que en el bunker de Hitler, --ante el preludio de la derrota y la música de las bombas--, el grupo político y los familiares del hombre que le robó el bigote a Chaplin, se la pasaban bailando y tomando champagne como signo de la locura que viene, -de la irrealidad de la matrix-. La mente de los acompañantes del genocida "en sus horas finales", se volvió ácida y eufórica ante la caída del proyecto político más inhumano y atroz del siglo XX. Ayer, -en el bunker mexicano-, Germán "goring" Martínez, "en el prólogo de la locura" le dijo a Vicente Fox: “Gracias por darle a México futuro y democracia”. La chachalaca ladrona, desde el tercer grado contestó: “nos ponemos a la orden de nuestro partido y de su presidente: Germán… el 2009 es nuestro”. Es un manicomio político.

El último capítulo de "Las momias de Guanajuato".