lunes, julio 11, 2011

El oportuno oportunista:

"México no va a ser el mismo de antes después de este campeonato del mundo."
Felipe Calderón Hinojosa, presidente fraudulento de la nación Sub-17.

El sub-17

Monerohernández

conocimiento de causa

Astillero: esférico televisivo

"La valiosa e inobjetable victoria deportiva de ayer, con jóvenes futbolistas que dieron al atribulado país unas horas o unos días de felicidad, no solamente fue aprovechada por políticos necesitados de blanqueo de imagen, sino que se convirtió en una especie de reivindicación posdatada de los sueños de voluntarismo transformador de la Iniciativa México, a la que el declamador Javier Aguirre había dejado en feo ridículo. Los comentaristas deportivos de las dos grandes cadenas de televisión nacional se convirtieron en apóstoles de la superación personal, tratando de inyectar a sus audiencias la simplista y cómoda (para los intereses de las élites) cantaleta de que todo se puede remontar a partir de una venda en la cabeza (es decir, emulando las escenas de coraje deportivo del ya famoso Julio Gómez, no tapiando el cerebro con programaciones de Televisa y Televisión Azteca)."
Julio Hernández López en La Jornada.

Juegos de humo

Ante el repudio generalizado al desastre político, económico y social del Gobierno Usurpador, la vocería republicana televisiva amaneció hoy con un arma de humo mediático: "México es campeón del mundo". El juego de las mentiras verdaderas porque una cosa es ser 'campeón del mundo' y otra es ser 'campeón mundial sub-17'. Una vez más el futbol utilizado como fogón de las emociones acumuladas por los errores de los gobernantes, por las alzas sin medida en los productos básicos, por la fuerza destructora de la política negra. Ahora, harán de esos jóvenes pies mercadológicos de barro. Fotos en Los Pinos, discursos 'ganadores', abrazos de telenovela; propaganda con mayúsculas.

En México, el futbol es política y la política es el futbol. Sin duda, el que también ganó una imagen de 'campeonato mundial' fue el mequetrefe que se ostenta como Presidente de México. Es la segunda foto de oxígeno mediático que logra su aparato propagandístico en semanas, primero, el abrazo de cancha que le regaló el poeta Javier Sicilia –a contrapelo de la historia–, y ahora, la foto donde muy sonriente, el más grande mentiroso de México le entrega la copa a los jóvenes 'campeones del mundo'. De entrada, esperemos (por la salud mental de esos chicos) y ahora no se cumpla lo que ha sido ya historia: todo lo que Calderón toca lo sala. Lo seca. Lo pudre. En sus manos lleva, la maldición de la matemática negra.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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