lunes, febrero 22, 2010

El desleal

"Un ex alcohólico no puede ser presidente de México."
Fernando Gómez Mont sobre Felipe Calderón según Roberto Rock en Expedientes abiertos.

Los voceros (no son) hijos de puta

"Las palabras de Luz María Dávila, la madre coraje que le negó la bienvenida al Presidente en Ciudad Juárez, desplazaron de los medios la demagogia oficial y en los días subsiguientes el gobierno se vio obligado a montar un operativo de control de daños por interpósita persona. El alegato más sonado fue el del intelectual Héctor Aguilar Camín, entrevistado y amplificado un par de veces, de manera aprobatoria, por Ciro Gómez Leyva. Aguilar Camín admitió que el Presidente se equivocó al precipitarse y acusar a los jóvenes de pandilleros. Pero externó su desacuerdo con que le reclamaran a Calderón por los muertos: “Como si él, o Gómez Mont, o el Ejército (…) hubieran matado a esos muchachos (…) Los asesinos son los asesinos (…) ¡El gobierno no mató a los muchachos de Juárez, los mataron esos hijos de puta! ¡Ésos son los hijos de puta! ¡Volteémonos contra ellos! (…) Los hijos de puta son los hijos de puta”.

Más allá de las tautologías empleadas que poco esclarecen, a Aguilar Camín podría aplicársele el término de negación (Verneinung) propuesto por Sigmund Freud en 1925, para caracterizar un mecanismo de defensa mediante el cual el sujeto expresa de manera negativa un deseo o un pensamiento cuya presencia o existencia niega. En términos metasicológicos, Freud lo explicó a partir de la frase de una paciente: Me pregunta usted quién puede ser esa persona de mi sueño. Mi madre, desde luego, no. Se trata seguramente de la madre, apunta Freud, quien prescinde de la negación y acoge tan sólo el contenido estricto de las asociaciones. En la frase no es mi madre (ergo, no fue Calderón ni el Ejército), lo reprimido era reconocido de manera negativa, sin ser aceptado. Según el Diccionario de Psicoanálisis, de Roudinesco y Plon, la denegación es un medio para tomar conciencia de lo que se reprime en el inconsciente.

A la frase ¡El gobierno no mató a esos muchachos, los mataron esos hijos de puta!, podría aplicarse el criterio freudiano de no vayan a pensar que fue el gobierno. Si no fue Calderón o el gobierno, por qué lo desmiente: Aclaración no pedida, confesión de parte. Pero además, en términos maniqueos, Aguilar Camín llama a los juarenses a voltearse contra los asesinos; propone canalizar la ira contra esos hijos de puta, que no están, dice, en filas gubernamentales. Lo que podría remitir al clásico de Montiel: Las ratas no tienen derechos humanos. A las ratas hay que exterminarlas. Y aquí, más allá de las percepciones, la cosa se complica."

Carlos Fazio: 'Juárez, Freud y los hijos de puta' en La Jornada.

Los otros


Discurso de Miguel Ángel Granados Chapa al recibir la medalla Belisario Domínguez en el 2008.

Espíritu latinoamericano

A los movimientos indígenas, sociales, obreros, intelectuales y a los revolucionarios de México:

"Mucha fuerza. ¡Pronto México se liberará!"
Evo Morales Ayma, Presidente de Bolivia en el jardín Hidalgo de Coyoacán.

¿Bolivariano?

"En el corazón de cada latinoamericano y caribeño siempre ha palpitado fuerte la idea de algún día vernos unidos como un solo pueblo."
Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Ilegítimo de México, en reunión con una treintena de mandatarios de América Latina y el Caribe, previo a la reunión del grupo de Río.

En defensa del cabrón irresponsable

"Ajeno ya al PAN, refrendado en su cargo por un reticente y nada entusiasta espaldarazo del presidente de la República, el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont demoró en mostrar la lealtad que le reconoce Felipe Calderón. Frente a la insólita, tremenda, apabullante acusación del diputado panista Manuel Clouthier Carrillo, quien llamó al Ejecutivo “cabrón irresponsable… que no tuvo el tamaño de hacer lo que le correspondía por mandato”, es decir, de emprender la guerra al cártel de Sinaloa, Gómez Mont descalificó de modo virulento sus apreciaciones. Las llamó “falsas”, “irresponsables” y “moralmente condenables”."
Miguel Ángel Granados Chapa en Proceso.

El Calmécac del siglo XXI

"El calmécac era un colegio muy importante donde estudiaban los hijos de la clase dirigente, de los gobernantes y de los sacerdotes. Era una escuela donde se les preparaba sobre literatura, escritura, astronomía, interpretación de códices, religión y muchos otros aspectos culturales; además, en las clases también se impartían actividades de danza y canto."
Link a La Jornada.

¿Cómo serían los calmécacs del Siglo XXI? Gratuitos y para todo el pueblo: sin distinción de orígen; la educación entendida como un bien colectivo. El conocimiento como guardian del equilibrio de las fuerzas individuales y sociales.

Crónica de una derrota anunciada

Jorge Tello Peón, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional escribió en el Atlas de la seguridad y la defensa de México 2009: "Por primera vez en muchos años se ha perdido control territorial por parte de las estructuras institucionales y, lo que tal vez sea peor, se han perdido también estructuras históricas. Antes por lo menos se sabía quiénes eran los delincuentes". Y continúa Tello Peón la pintura de los poderes invisibles: "hoy queda claro que se teme al delincuente, lo que está en duda es si existe alguna autoridad a la que la delincuencia le tema."

Es la declaración de la autoridad fragmentada. De la incapacidad del Estado para controlar lo incontrolable: la derrota final del neoliberalismo. Lo dicho el 19 de febrero, día del ejército por Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa, es la declaración de la retirada: "Nadie desea ni es conveniente la prolongación indefinida de la lucha militar contra la delincuencia." Ya ni el 'general Secretario' mantiene en el discurso la pertinencia de una guerra para legitimar (a través de la represión simbólica) un régimen que no fue elegido en las urnas; sino impuesto por un grupo de oligarcas que tienen como principio la destrucción del pueblo: el control total de todos los hombres por 'unos cuantos hombres'.

De la disputa por el control del territorio se trata una guerra: si el Gobierno Usurpador –como lo dice Tello Peón– ya perdió partes del territorio y el control de las estructuras históricas: está perdiendo la guerra. Con el fraude electoral, El Estado Ilegítimo se quedó sin pueblo; la burla televisiva del 0.56 por ciento no fue contra un hombre solo, fue contra la mayoría de los votantes. El régimen televisivo y sus voceros apostaron a la destrucción de la memoria, a sepultar el fraude y perpetuarse en el poder a través de la fuerza militar y la fuerza hertziana: la guerra como acción simbólica de dominación y La República de la televisión como instrumento de control de la libertad y de la crítica.

De ahí la significación de lo que los funcionarios federales están lanzando a la opinión pública. No pudieron ganar La República con la militarización de México y las simulaciones televisivas de Tercer Grado. La clase política está perdiendo lo único que le queda: el poder coercitivo del Estado (la ofensiva militar y la dictadura mediática).

Es la hora precisa para deternerlo todo y reiniciar con hardware y software nuevos.

¿Nacerá la cuarta república del México Moderno?, ¿o la derrota del neoliberalismo será la derrota conceptual de la Modernidad? La duda: ¿para qué intentar construir un piso nuevo sobre un maltrecho edificio moderno? Si la Modernidad está derrotada: ¿nacerá una nueva era? La del cosmos de las mujeres y los hombres verdaderos. La del tiempo donde la humanidad y la naturaleza son una fuerza en equilibrio, y la socialidad un trabajo donde el todo es uno, y uno es el todo: el renacimiento del pueblo del sol.

Regeneración TV

López Obrador y Adolfo Hellmund conversan sobre la necesidad de crear un nueava economía que deje atrás el modelo neoliberal que favorece únicamoente a la oligarquía y que tanto daño ha causado a nuestro país.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

Vistas a la página totales

Huracán: La política secreta neoliberal

Huracán: "Ayotzinapa. El motivo"

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