Siglo XXI

Barack Obama, 44 Presidente de Estados Unidos.


Foto: Magnum

"Tener esperanza significa, estar presto en todo momento para lo que todavía no nace, pero sin llegar a desesperarse si el nacimiento no ocurre en el lapso de nuestra vida. Carece, así, de sentido esperar lo que ya existe o lo que no puede ser."
Erich Fromm. La revolución de la esperanza.

Universalmente desprestigiado

A partir de hoy, Jorge Zepeda Patterson sustituye al periodista (risas grabadas por lo de "periodista") Raymundo Riva Palacio en la dirección general de El Universal, finiquitando uno de los períodos más obscuros de la historia del periodismo mexicano. Durante los dos años de la usurpación El Universal se convirtió en el "diario oficial" del miedo y en el brazo informativo de la dictadura. Su política editorial se caracterizó por la falta de ética y responsabilidad social al publicar notas falsas, historias monárquicas y un catálogo del desprestigio en contra de Andrés Manuel López Obrador.

Raymundo Riva Palacio, universalmente desprestigiado por ser un "replicante" de las tácticas del miedo de la monarquía global, sufrió una dolorosa y contundente derrota ante "la verdad" y el empuje de la opinión pública nacional. Un mentiroso es socialmente tolerable mientras no abuse y con su irresponsabilidad cancele la verdad del grupo; Riva Palacio abusó. Su ofensiva contra senderodelpeje se convirtió en una obsesión que hoy lo tiene derrotado, aturdido en la lona del desprestigio, con la quijada rota. Raymundo Riva Palacio debe ser recordado como uno de los peores periodistas de México –y para los recuentos históricos– calificado como el Regino Díaz Redondo o el Jacobo Zabludovsky de la usurpación.

Video memoria:

Guy Debord, La Sociedad del espectáculo.

Paz, justicia y libertad.

Martí

Por el carácter de espuria –por su origen en la trampa– todo lo que publica La República de la Televisión, lo que (sobre)cubre o lo que ultra informa, debe ser visto con los lentes de la cuántica para observar las particulas informativas a detalle –e imaginar todas las rutas posibles de lo que publican–. Todo. Desde los infomerciales al News Divine. De Ventaneando a la Telenovela Noticiosa Nocturna y los programas catárquicos como Tercer Grado. Es una emergencia. Ayer, La Jornada publicó una nota que explotó los cimientos a la credibilidad de Alejandro Martí, sus conmovedores "dichos" en el Consejo de Seguridad Nacional sobre "rectitud" y "honestidad" eran pirotecnia gris:

"El empresario Alejandro Joaquín Martí García vendió a principios de este año 27.05 por ciento de las acciones del Grupo Martí, por 2 mil millones de pesos, a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), pero como consideró que pagar 5 por ciento de esa cantidad al fisco era inconstitucional, demandó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que la Secretaría de Hacienda le devolviera más de 100 millones de pesos que pagó de impuesto sobre la renta [...] De acuerdo con información obtenida en el máximo tribunal, Alejandro Martí reclama el mismo trato que recibió Citigroup en el año 2001, cuando adquirió Grupo Financiero Banamex a través de transacciones en la BMV, por 12 mil 447 millones de dólares, sin pagar un peso de impuestos."

"¡Está pidiendo trato de ladrón!" –de saqueador– ¿Entonces que fin movió al padre de un joven secuestrado y muerto a mentir a todo el país? ¿La condonación de unos impuestos? Un minuto de silencio por el triste destino del joven Martí. Las palabras que La República Televisiva puso en la pantalla y en los corazones de los televidentes ("si no pueden, renuncien") adquieren una nueva significación: el de escandaloso chantaje y simulacro histórico.

Un minuto de silencio por todos ellos:

"Si no pueden, renuncien"


Hoy, Julio Hernández López opina en Astillero sobre "el caso Martí" y el falso que intentó ser líder moral ¿a quién recuerda?:

"Al pedir que le devuelvan 100 millones de pesos que pagó al fisco a principios de este año por la venta de acciones del Grupo Martí que le dejó 2 mil millones de pesos (litigio que en estos días resolverá la Suprema Corte de Justicia), el empresario deportivo coloca en entredicho las palabras que pronunció meses atrás en Palacio Nacional, cuando se manifestaba contra la impunidad y la corrupción y mencionaba que en sus noches de dolor se preguntaba si a su hijo lo habría matado el engendro maligno de la impunidad “o todos nosotros, que con el paso de los años, nuestra irresponsabilidad y nuestra ceguera, hemos creado lo que hoy estamos viviendo”. Martí incluso planteó “¿quién es más culpable, el que deja hacer, o el que hace?” Buena pregunta, porque pareciera que tanto peca el que mata y secuestra como el que agarra la pata fiscal. Convertido en momentáneo depositario de virtudes cívicas extremas, el empresario Martí no parece estar en condiciones de “encauzar una nueva era del país”, como en su momento prometió."

Benito Juárez

Paz, justicia y libertad.

Las últimas horas del imperio

"Juárez dispuso que Maximiliano y sus generales Miramón y Mejía fueran juzgados conforme a la ley del 25 de Enero de 1862 que condenaba a la pena de muerte a todo auqel que atentara contra la independencia nacional. La princesa Inés de Salm Salm, expulsada de Querétaro, al igual que los diplomáticos de Bélgica, Italia, Austria y Francia, por tramar la evasión del emperador, fue a San Luis, se arrodilló ante Juárez y derramando lágrimas le pidió el perdón del príncipe. Juárez, conmovido, le dijo que si todos los soberanos de Europa estuviesen a sus pies, le sería imposible preservar su vida: "no soy yo el que la toma, la tomaría el pueblo y además la mía".

La ejecución de Maximiliano, Miramón y Mejía tuvo lugar el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas, sitio donde el primero cayó prisionero. Antes de morir, el emperador abrazó a sus dos generales, cedió el lugar de honor en el centro a Miramón y dijo: "voy a morir por una causa justa, la de la independencia y libertad de México. ¡Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria! ¡Viva México! El mismo día de las ejecuciones, Márquez entregó el mando al general Ramón Tavera, y huyó. Tavera se rindió a discreción al general Porfirio Díaz, quien entró con su ejército en México el 21 de junio. El presidente Juárez entró en la capital el 15 de julio. El triunfo de la república se había consumado."

Lilia Díaz. El liberalismo militante en Historia General de México vol. 2