1.- El periodismo es la actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad. Para obtener dicha información, el periodista debe recurrir obligatoriamente a fuentes verificables o a su propio testimonio. La base del periodismo es la noticia, pero comprende otros géneros, muchos de los cuales se interrelacionan, como la entrevista, el reportaje, la crónica, el documental y la opinión. El periodismo puede ser informativo, interpretativo o de opinión. La información es recabada y difundida por los medios o soportes técnicos, lo que da lugar al periodismo gráfico como la prensa escrita, el periodismo radiofónico, el audiovisual (mediante televisión y el cine) y el periodismo digital.
Algunos observadores definen el periodismo como el "cuarto poder". Dada la evidente influencia del periodismo en sociedad se ha desarrollado una deontología profesional constituida por una serie de normas y deberes éticos -ética periodística-, que guían la actividad del periodista. Dichos códigos deontológicos son emitidos generalmente por los colegios profesionales en los países en que éstos existen. En general, estos códigos postulan la independencia de los medios respecto a los poderes políticos y económicos. El periodista queda sujeto a su obligación de actuar con la mayor diligencia posible en el acceso a las fuentes y en el contraste de opiniones confrontadas. Como disciplina el periodismo se ubica dentro de la sociología.
2.- La propaganda o publicidad política consiste en el lanzamiento de una serie de mensajes que busca influir en el sistema de valores del ciudadano y en su conducta. Se articula a partir de un discurso persuasivo que busca la adhesión del otro a sus intereses. Es de carácter monológico y requiere el recurso del anuncio. Su planteamiento consiste en utilizar una información presentada y difundida masivamente con la intención de apoyar una determinada opinión ideológica o política. Aunque el mensaje contenga información verdadera, es posible que sea incompleta, no contrastada y partidista, de forma que no presente un cuadro equilibrado de la opinión en cuestión, que es contemplada siempre en forma asimétrica, subjetiva y emocional. Su uso primario proviene del contexto político, refiriéndose generalmente a los esfuerzos patrocinados por gobiernos o partidos para convencer a las masas; secundariamente se alude a ella como publicidad de empresas privadas.
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La República de la Televisión (Televisa, Tv Azteca, Radio Fórmula, Grupo Imagen, El Universal, Milenio Diario, Excelsior, etc) al no recurrir a todas las fuentes involucradas en los conflictos de la realidad nacional, renuncia de manera voluntaria al ejercicio del "periodismo" y ejercen "la propaganda". Los Voceros de la República de la Televisión carecen de los dos principios que constituyen la ética periodística: la responsabilidad social y la veracidad informativa. Algunos ejemplos de la ruptura de la "responsabilidad social": la negación del fraude electoral del 2006, la falta de cuestionamiento a la Suprema Corte de Justicia por otorgar impunidad al "gober" precioso, y el ocultamiento deliberado y cínico de las corruptelas del Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
En términos de "veracidad informativa", los casos más flagrantes son la cándida historia de los tres balseros nayaritas que se perdieron ocho meses en el mar, -y regresaron vivos gracias a un "milagro" televisivo-; la tragedia del News Divine y "la voltereta" electoral de Felipe Calderón en el recuento distrital de la elección presidencial del 2006. La violación "frecuente" y "múltiple" de la responsabilidad social y la veracidad es la norma inalterable de La República de la Televisión y sus distintos voceros. El Gobierno espurio, -ante su ilegitimidad de origen-, consolidó una alianza estratégica de (co)gobierno con su virtual "secretario de gobernación": el duopolio televisivo. La estrategia es ejercer un control "total" de la comunicación en México, desaparecer a la oposición y demeritar cualquier voz que denuncie el pillaje. Vivimos una "dictadura" noticiosa (con distintos rostros y lenguas) que busca imponer una agenda encaminada al remate consciente de lo que queda de México. ¿O cómo podemos entender que Carlos Golem de Mola califique en cadena nacional a Andrés Manuel López Obrador como "secuestrador"?
Los Voceros de la República, son junto al "pelele" de Calderón, los máximos propagandistas de la dictadura trasnacional del miedo. Son el brazo coercitivo de la usurpación presidencial que tanto ha dañado la vida pública y la seguridad física y mental de millones de mexicanos. Los Voceros de la República de la Televisión son torturadores psicológicos a sueldo. El juicio final debe ser su (des)crédito universal.
Periodismo vs Propaganda
Carmen Aristegui vs Denise Maerker
La Jornada vs El Universal
Proceso vs Milenio Semanal
Julio Hernández López vs Ciro Gómez Leyva
Lorenzo Meyer vs Enrique Krauze
(El grupo de "los propagandistas" está entregado a los intereses petroleros extranjeros, a la derecha recalcitrante y al autoritarismo que propone el "neoliberalismo salvaje". Los propagandistas están abonando la idea del estado policiaco y el fin de "las libertades". Los propagandistas están a favor del cinismo electoral de la casta monárquica que con un software y un cuñado -Hildebrando- retardaron el anhelo democrático de los mexicanos. Los propagandistas son la voz de la decadencia de la modernidad. Los propagandistas son una profunda vergüenza nacional.)
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