martes, octubre 14, 2008

Dogma 95/Youtube 2008

DOGMA 95 es un colectivo de cineastas fundado en Copenhague en la primavera de 1995.

DOGMA 95 tiene como fin formal luchar contra ciertas tendencias del cine actual.

¡DOGMA 95 es un acto de sabotaje!

En 1960, ¡ya era suficiente!. El cine estaba muerto y pedía su resurrección. ¡El fin era justo, pero no los medios!. La nouvelle vague no se atrevía a ser más que un pequeño oleaje que iba a morir en el río convirtiéndose en lodo. Los eslóganes de individualismo y libertad hicieron nacer obras durante algún tiempo, pero nada cambió. La ola fue pasto de los más voluntariosos, así como de los directores. Pero nunca fue más fuerte que aquellos que la habían creado. El cine antiburgués se hizo burgués pues había sido fundado sobre teorías que tenían una percepción burguesa del arte. El concepto del autor, nacido del romanticismo burgués, era entonces... ¡falso! ¡Para el DOGMA 95 el cine no es algo individual!

Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor, el resultado será la democratización suprema del cine. Por primera vez, no importa quién es el que hace las películas. Pero, cuanto más accesibles se hacen los medios, más importante es la vanguardia. No es algo accidental por lo que la vanguardia tiene connotaciones tecnológicas. La respuesta es la disciplina... debemos ponerles uniformes a nuestras películas, porque el cine individualista será por definición decadente.

DOGMA 95, para levantarse en contra del cine individualista, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

En 1960, el cine había sido cosmetizado hasta su muerte, por así decirlo. La tarea suprema de los cineastas en decadencia es volver loco al público. ¿Es de esto de lo que estamos tan orgullosos? ¿Es esto lo que nos aportan los 100 Años? ¿Ilusiones para mostrar las emociones?... ¿Un abanico de supercherías elegidas por cada cineasta individualmente?

Previsiblemente el drama se ha convertido en el becerro de oro alrededor del cual todos bailamos. Hacer que la vida interior de los personajes justifique el argumento es demasiado complicado, y no es arte auténtico. Ya que, anteriormente, nunca las películas artificiales y las acciones superficiales recibieron toda la atención. El resultado es estéril. Una ternura ilusoria, un amor de ilusión.

¡Para DOGMA 95 una película no es una ilusión!

Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor : elevemos los cosméticos a Dios. Utilizando la nueva tecnología, cualquiera en todo momento puede lavar los últimos restos de verdad en un abrazo mortal a las sensaciones. Las ilusiones son todo lo que una película puede esconder.

DOGMA 95 se levanta contra el cine de ilusión, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

Copenhague, Lunes 12 de marzo de 1995.

En nombre de Dogme 95,

Lars von Trier - Thomas Vinterberg

2008

Juro que no me someteré a las reglas pero consideraré prioritarias las siguientes recomendaciones:

  1. El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados (no) pueden ser introducidos.
  2. El sonido puede ser producido separado de las imágenes y viceversa.
  3. La cámara debe sostenerse en la mano. Cualquier movimiento -o inmovilidad- conseguido con la mano están autorizados.
  4. La película (puede) ser en color. La iluminación especial (no) es aceptada.
  5. Los trucajes y filtros (no) están prohibidos.
  6. La película no debe contener ninguna acción superficial.
  7. Los cambios temporales y geográficos (no) están prohibidos. (Es decir, que la película sucede aquí y ahora).
  8. Las películas de género (no) son válidas.
  9. Está permitido todo tipo de formatos.
  10. El director debe aparecer en los créditos con un seudónimo o nombre falso.

Juro hacer esto por todos los medios posibles y al precio del buen gusto y de todo tipo de consideraciones estéticas.

Por el fin de las mentiras, la verdad.

El cine televisa(do) en México

Andre Bazin define el cine como "un medio perenne, en el cual el hombre continúa la lucha contra la muerte, contra lo que se acaba, contra lo que tiende a desaparecer". El cine es memoria y espejo; es poder y propaganda. El cerebro televisivo lo sabe: por eso destruyó lo "destruido" e introdujo su neoliberal forma de producción: mexicanos haciendo cine hollywoodense en México o en el extranjero. Fue el clan de los cosmopolitas salvajes. La paradoja del cine mexicano es la siguiente: un país de más de cien millones de habitantes cuenta con "dos" escuelas oficiales de cine: el CUEC y el CCC. Lo cerrado del campo le da la condición de amigable lucha de castas (risas grabadas por lo de "lucha"): Gael García Bernal y Jorge Vergara, Diego Luna, Carlos Cuarón y Carlos Slim, Alejandro González Iñárritu y Emilio Azcárraga, Guillermo del Toro y Roberto Hernández. El cineasta Republicano Televisivo está hecho a la imagen y semejanza del poder: ¡van juntos a Cannes! (y Guillermo del toro es el "rostro" publicitario de Banamex).

En el reportaje La violencia en el festival de Cine de Morelia -Proceso del 12 de octubre de 2008- Columba Vértiz de la Fuente hace una serie de entrevistas a cineastas mexicanos sobre la situación social que vivimos, y solo Maya Zapata interpretó la problemática de fondo: la ilegitimidad de origen del hombre que usurpa la presidencia de la República. El cine mexicano debe replantearlo todo: sus sistemas de producción, sus ideas y sus mitos (nuestros mitos). Es hora de decirle adios a Hollywood. En la Radicalidad (en la raíz) están los antídotos al exceso del cine concebido como "línea de producción" o una "industria". El cine posmoderno es un sistema de comunicación al servicio de la memoria y la (re)flexión sobre lo que significa ser humano y vivir en sociedad. La utopía dramática sería emprender la búsqueda de lo imposible: la (re)presentación del primer sueño del primer hombre.

"Por el fin de las mentiras, la verdad".

YouTube 2008

"La crisis de finales de los sesenta revelaba "la irrupción de la enzima marginal" -los negros, las mujeres, los locos, los homosexuales, el tercer mundo-, poniendo a flote su conflictividad, poniendo en crisis una concepción de cultura incapaz de dar cuenta del movimiento, de las transformaciones del sentido de lo social. Tornando caduco un arte separado de la vida o una cultura separada de la cotidianidad".
Jesús Martín Barbero. De los medios a las mediaciones.

Cerebro

"Te estoy acusando de ratero no de tonto" reza el dicho popular. Adolfo Gilly en La Revolución interrumpida dice que Victoriano Huerta era una montaña más inteligente que la imagen del "usurpador alcohólico" que ha llegado hasta nuestros días. El "cerebro" de La república de la televisión es superfluo, frívolo e inhumano pero es extremadamente hábil para el manejo de la propaganda, de la guerra sucia, y de la coerción física y psicológica; el cerebro es "la dictadura simbólica del miedo". Esa mente es quien tiene el control (joystick) de México. Felipe Calderón es su máscara, su voz. El cerebro televisivo republicano es el poder y Felipe Calderón un (presta)nombres.

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Al pie de la letra

Bajo el guión del capitalismo del desastre, la "crisis" económica y el fantasma de la devaluación son necesarios para provocar el pánico, la paralisis y el miedo que merme la capacidad de reacción de la ciudadanía ante la privatización de Pemex. La táctica va reforzada de amenazas coercitivas: el ejército en las calles, la represión en Morelos e imágenes de violencia, golpes y accidentes por televisión. La jugada es tan riesgosa que Los Voceros de la República (replegados, cómplices) están desviando la opinión pública a las 56 Hummers que Elba Esther Gordillo le regaló a sus incondicionales. Todo lo que Los Voceros difunden tiene polvo radioactivo: ¿es coincidencia que ayer hablaran aquí y allá de los Hummers de Elba Esther y hoy amanezca militarizado el espacio público tijuanense?

Que la voluntad de resistencia de la milenaria cultura mexicana nos acompañe, el fascismo extranjerizante está preparando la mesa para comerse a la libertad. La solución es fácil: menos cárceles y más escuelas 'libres' de Elba Esther Gordillo. Que no nos engañen: Sin libertad, ¿la seguridad para qué?


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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

Vistas a la página totales

Huracán: La política secreta neoliberal

Huracán: "Ayotzinapa. El motivo"

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