miércoles, agosto 17, 2016

La CNTE, el palo y la zanahoria

La estrategia de la batalla peñista para imponer la Reforma Educativa y aplastar a la CNTE fue estirar la negociación hasta la proximidad del inicio escolar 2016-2017 el próximo lunes 22 de Agosto. El clásico palo y la zanahoria. La abrogación de la Reforma Educativa, lo dijo ayer la Secretaría de Gobernación en mesa de diálogo, es imposible. No habrá marcha atrás. Un día antes, Enrique Peña Nieto entrevistado por Joaquín López Dóriga aseguró que en caso de ser necesario aplicaría la fuerza pública a los maestros que dijo el comunicador, bloquean y matan cuando quieren y al gobierno le hacen falta, con una señal lo dijo, huevos.

La propaganda oficialista se lanzó en paralelo contra normalistas de Michoacán que en otro contexto sociopolítico, realizaron bloqueos para pedir se les asignen plazas de trabajo. El tono castigador de los periodistas pro gobiernistas ha dañado la imagen de los movimientos populares con argumentos clásicos de la derecha: los pobres son pobres porque son huevones, quieren plazas para cobrar sin trabajar y heredárselas a sus hijos sin ningún tipo de evaluación. Al final de la mesa de diálogo no hubo acuerdos, la CNTE se comprometió a consultar a la base y tirar pronto las próximas señales.

Si las mediciones de popularidad de Enrique Peña Nieto son medio acertadas, aprueban su gestión dos de diez mexicanos, significa que por un lado la corrupción desbordada del grupo Atlacomulco deteriora por aquí y por allá las bases políticas del régimen, y por otro lado que el porcentaje de mexicanos que no votó por él en el 2012 sigue firme en su crítica al sistema de privatizaciones y reformas diseñadas desde el extranjero para concluir el proceso de destrucción de México. Para eso tuvieron que comprar las elecciones con las ahora infames tarjetas MONEX. La moneda está en el aire.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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