Son muchos más, cientos de miles más, millones más de juarenses que sí quieren ir para adelante, que sí quieren trabajar, que sí quieren vivir en paz, que los que están con sus trapacerías golpeando y lastimando al resto de la sociedad
Cuando son dichas por un señor de apellido Calderón, Presidente Usurpador y responsable unilateral de la guerra contra el narco, son escalofriantes. Plásticas y crueles. En el 2006, Felipe Calderón Hinojosa expropió con trapacerías y falsas encuestas la existencia democrática de millones de mexicanos. El fraude desapareció el poder del voto y convirtió, mediante una inverosimil voltereta televisiva, a la mayoría en minoría atacada y burlada con todo el poder de las oscuras estrellas del canal de las estrellas.
Quién lastimó a la sociedad mexicana es Felipe Calderón Hinojosa al no aceptar que fue derrotado en las urnas y con el dinero de la oligarquía y los mapaches de Elba Esther Gordillo, el señor trapacerías cometió un fraude que desvirtuó el desarrollo democrático de México.
Por lo pronto, es responsable directo de más de 18,000 mil muertos de la no consultada guerra contra el narco, y copartícipe con los voceros y guionistas de La República de la Televisión, del genocidio visual más vil de la historia mediática de México: desaparecieron de las señales republicanas televisivas a La Resistencia Civil Pacífica y al principal líder de la oposición en México, Andrés Manuel López Obrador .
Por eso señor Calderón, las palabras huecas, huecas son.