Tres pasos para rociarse de gasolina y quemar la palabra por el guionista.
1.- El asalto de los voceros lo inició Carlos Marín en Milenio Diario:
"Respecto de la probidad, quizá bastara con el dato de que este funcionario es el único integrante del gabinete presidencial que tiene su declaración patrimonial expuesta al escrutinio público (en internet), a solicitud propia desde hace 20 años (cuando trabajaba en el Cisen). Pero a esto se añade la circunstancia de que la casa en cuestión se levanta sobre un terreno que cualquier burócrata equiparable en la nómina, podría comprar con su paga del erario; que para edificarla vendió ya su propiedad actual (el último pago se lo harán en mayo) y que cuenta con un crédito hipotecario suficiente, como consta en notarías y en la Función Pública. De la ética periodística, se confirma que las generalizaciones y el sospechosismo de cuestionables “reporteros” no compiten con la información precisa, concisa y maciza."
Para el vocero Carlos Marín, lo "concizo y lo macizo" es la honestidad probada y re-probada de Genaro García Luna porque lo dice ¡Genaro García Luna!
2.- Otra de las labores de los replicantes es (re)presentar diálogos-defensa de los hombres del poder:
–"Es un desprestigio, una infamia"– responde Genaro García Luna.
3.- Y para cerrar la ofensiva con "estocada", Ciro Gómez Leyva denostando (en cadena nacional) al director de Reporte Índigo:
"Me consta que Ramon Alberto Garza, cuando fue director de El Universal publicó un par de notas falsas en primera plana. Yo cuando alguien dice: "Ramón Alberto Garza", digo: ¿Trae fuente? ¿Dónde están los papeles, los documentos?"
Así se sostiene un Gobierno Ilegítimo: con jaurías mediáticas al servicio del poder.