lunes, octubre 26, 2009

Proceso 1721

La restauración de La República

En las elecciones presidenciales del 2006, con el poder mediático de su parte y los "periodistas" tocando la melodiosa flauta del engaño, el duopolio neoliberal prianista pudo convencer a millones sobre el peligro, la crisis y el fin de los tiempos que enfrentaría México si Andrés Manuel López Obrador ganaba las elecciones.

Aún con la ética periodística vulnerada, la Coalición por el bien de todos (la izquierda electoral mexicana) ganó las elecciones.

Al margen de la decisión del pueblo, la oligarquía supraconstitucional había decididio que el curso neoliberal no sería interrumpido, y como en el 88, se robaron las elecciones mediante un Golpe de Estado. Se cumplió el destino. La derecha, en el fondo, en lo secreto, no es democrática, es bélica y autoritaria.

La noche del dos de Julio del 2006, inició el más grande de todos los simulacros democráticos de nuestra historia: La República de la Televisión. Para que el Golpe fuera posible, la oligarquía, el imperio económico de Charly, contó con los infalibles enemigos internos: los caballos michoacanos de Troya.

La República de la Televisión es la tiranía de Los Impuestos.

Con Calderón, el remake del huertismo acampó en la escena pública, militarizó al país, impuso la dictadura del miedo, e irresponsable, le declaró una guerra al narco para legitimarze. A la fecha, no ha dado explicaciones verídicas sobre la terrible confrontación armada que viven las principales arterias públicas del país ,que tiene como saldo ya, más de 15,000 vidas de mexicanos.

Traicionando a la patria, el neosantannismo intentó vender nuestro petróleo a empresas privadas nacionales y entranjeras. Con la movilización ciudadana y la toma de la tribuna, diputados del FAP, Las Adelitas y Los Juanes le pusieron alto a la destrucción de México. Para vender el pastel del petróleo organizó el fraude electoral la orquesta Los Porcinos.

¿Cuál es el principal atentado de La República de la Televisión a la vida pública de México?

El intento de genocidio hertziano que cometieron al desaparecer de sus frecuencias a millones de mexicanos. Con el control militar en las calles, impúdicos, eliminaron de la programación al más grande movimiento de Resistencia Civil Pacífica de la Historia de México. Desde el 2006, la oligarquía mediática ha mantenido desaparecidos de las pantallas a millones de mexicanos.

La República de la Televisión se mantiene en el poder por el poder que le da controlar los espacios donde se puede hablar. Los voceros siguen tocando la flauta del engaño, por lo tanto, debido a su sordera autoritaria –ni los transmito, ni los veo, ni los oigo–, es la hora de hacer valer el artículo 39 de la Constitución:

"LA SOBERANIA NACIONAL RESIDE ESENCIAL Y ORIGINARIAMENTE EN EL PUEBLO. TODO PODER PUBLICO DIMANA DEL PUEBLO Y SE INSTITUYE PARA BENEFICIO DE ESTE. EL PUEBLO TIENE EN TODO TIEMPO EL INALIENABLE DERECHO DE ALTERAR O MODIFICAR LA FORMA DE SU GOBIERNO.
"

Es la hora de restaurar La República.

¡Abajo La República de la Televisión!

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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