viernes, noviembre 14, 2008

Clásico Televisivo

El Piloto a punto de morir: "Hijo de tu puta madre"

Víctor, Mike Charly



Antonio "Tony" Garza Embajador de Estados Unidos en México dio la exlclusiva periodística que le correspondería al Presidente: el siniestro de la nave donde viajaba Juan Camilo Mouriño fue un accidente. –Y se acabó la especulación– dijo el James Bond texano a nombre de los golpistas neoliberales.

¿Victor, Mike, Charly? ¿Me escucha...? ¿Victor, Mike, Charly?

En una conferencia de prensa atropellada, el secretario Luis Téllez –cada día más perdido– dio a conocer las transcripciones de los últimos 30 segundos del vuelo de Víctor, Mike Charly:

–Órale con la turbulencia de éste– dijo el piloto en referencia al Jet que causó "la fatídica ola aérea".

–Ay guey– contestó el copiloto.

–Ay cabrón– agregó el piloto.

Según el guionista Luis Téllez, en los últimos minutos del vuelo de Victor, Mike, Charly, el piloto medroso le cedió el control de la aeronave al copiloto que, resignado ante la responsabilidad dijo:

–Ay diosito–.

Más que una transcripción de pilotos versados en el lenguaje aeronaútico, lo publicado parece un diálogo entre Adal Ramones y Galilea Montijo actuando un locuaz sketch llamado ¿y dónde está el piloto? Resultan poco fiables los disparates de Luis Téllez que, amachado, confirmó que no dará a conocer los audios de la conversación porque "no se puede" –y punto–. Un cascabel más al gato: la causa del accidente pudo ser un tornillo que se desvaneció en el aire. Un minuto de duda. Por lo pronto –amenazó Luis Téllez– lo que sigue será un peritaje de la ¡NASA!

(Risas Grabadas)

Fly me to the moon.

La sanidad

Carmen Aristegui en sus entrevistas invita a discernir a los puntos de vista involucrados en el conflicto, o a las visiones discordantes sobre los hechos. Al tener a las partes en vivo el discurso se vuelve transparente porque las voces –las mentes– se cuidan más de no decir disparates que los haga presa de los argumentos del adversario. Las entrevistas de Aristegui se vuelven cotidianamente debates y por lo tanto, aprendizaje. Sus diálogos tienen la huella de lo múltiple y de lo único, de lo cerca y de lo lejos, del adentro y del afuera, del equilibrio.

Ayer, Aristegui tuvo en su estudio a Raúl Trejo Delabre, un Vocero de la República de la Televisión y a Jenaro Villamil, especialista en medios de Proceso para discutir sobre el conflicto del Canal 40 y el papel en la disputa mediática de Fernando Gómez Mont. Desde el periodismo, el balance de las fuerzas opositoras arroja un diálogo clarificador para la opinión pública que remarca la vitalidad de "lo contrario" puesto en común.

Por la tarde, Raúl Trejo Delabre en Radio Fórmula lanzó dardos de Estado contra Alejandro Encinas y Andrés Manuel López Obrador, alentado por la irresponsabilidad periodística de Ciro Gómez Leyva –el vocero rabioso–. Sin réplica, sin contraparte, Trejo Delabre lució como un gandul ventajoso que se burla sin piedad de un mudo. Por la noche, en CNN, con Genaro Villamil de contrapeso, Trejo Delabre midió sus palabras, aportó datos al diálogo y cumplió –a ras de tierra– su función de mediador entre el ciudadano y el poder político. In-for-mó: una excepción forzada por el "periodismo" y Aristegui

¿Qué sería de México y su asaltada democracia con Carmen como titular del espacio noticiero nocturno? Una revolución mental.

Entrevista
Canal 40 y Fernando Gómez Mont
01


Canal 40 y Fernando Gómez Mont
02

Turbulencia

Los spots de La República de la Televisión son pesadillas sucesivas de 30 segundos donde aparecen los rostros de Francisco Labastida, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Ulises Ruiz y Fidel Herrera. Son la turbulencia caótica de la modernidad en picada.

SDP Impreso

"Yo por lo pronto estoy bastante tranquilo. Aunque los chuchos hayan usurpado al PRD lo que no van a poder usurpar será mi voto."
Víctor Hernández


chuchos NO

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

Vistas a la página totales

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