lunes, agosto 09, 2010

Proceso

El narco, la excusa de Calderón
Álvaro Delgado

MÉXICO, DF, 9 de agosto (apro).- ¿Por qué Felipe Calderón se aferra a una guerra que es un fiasco y cuya fase de narcoterrorismo multiplicará las víctimas civiles? Muy fácil: Porque le sirve para ocultar el contundente fracaso de su gestión en absolutamente todo.

La paz no conviene a Calderón, porque transparenta su incompetencia y la magnitud de su engaño que sigue hundiendo a la nación.

Y su guerra, la guerra que pretende que la sociedad legitime, al mismo tiempo que le crea la falsa imagen de valentía, una de sus tantas imposturas, le es útil para intimidar y reprimir cualquier síntoma de descontento social.

Sólo en tres rubros, igualmente macabros, Calderón ha mostrado capacidad de producción: Los asesinatos, los pobres y los impuestos.

En el primero, la propia cifra oficial --que seguramente está maquillada-- es escalofriante: Más de 28 mil asesinatos en tres años y medio de una “guerra” que nadie le pidió, entre ellos miles de inocentes cuya cantidad precisa está oculta.

En el segundo rubro, el ascenso es igualmente criminal por su costo social: Casi 6 millones de mexicanos han sido lanzados por Calderón al infierno de la pobreza que padecen otros 50 millones, cuando falta todavía los mexicanos que resultados afectados por la crisis de 2009.

(Hay que recordar que en su campaña prometió reducir 27 millones de pobres: De 50 a 35 millones los mexicanos pobres y de 22 millones a sólo diez los pobres extremos, como lo dejó por escrito en El hijo desobediente, el único libro que ha escrito. “Cuando asumí la presidencia de la República --expuso-- había unos 50 millones de pobres y 22 millones en pobreza extrema. Hoy (en 2012) hay 35 millones de pobres y 10 millones en pobreza extrema”.)
Y sobre los impuestos, tampoco hay que olvidarlo: Este año se incrementó el IVA de 15 a 16%; el Impuesto sobre la Renta pasó de 28 a 30%; aumento de 2% a 3% en el impuesto a los depósitos en efectivo mayores a 15 mil pesos; se creó el impuesto de 4% a telecomunicaciones; se elevó también a 30% el impuesto a juegos y sorteos, y hasta se estrenó otro impuesto de 80 centavos por cajetilla de cigarros que se incrementará a 2 pesos en 4 años.

Pero, además, es permanente el alza mensual al gas doméstico y a la luz eléctrica, a raíz de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, y mensualmente se acumulan alzas al diesel y a las gasolinas.

Cabe preguntarse: ¿Para qué quiere más dinero Calderón? Lógicamente no para atender a la población más pobre que va en aumento, como se aprecia con las cifras citadas, sino para subsidiar el opulento tren de vida de la alta burocracia y el despilfarro en frivolidades como el “festejo” del Bicentenario de la Independencia.

Pero el individuo que se ostenta como jefe del Ejecutivo y del Estado mexicano también exprime a los que pagamos impuestos para sostener el oneroso aparato de propaganda, que impide que los principales medios de comunicación, en particular radio y televisión, sea conocido y discutido el desastre nacional.

Un dato: Calderón ya gastó, en tres años, 17 mil millones de pesos en difusión sólo del gobierno federal, la misma cantidad que Vicente Fox dilapidó con el mismo fin durante todo su sexenio.

La mayor parte de este gasto publicitario se destinó a la televisión, a Televisa en particular, el emporio que ha arrancado lo que ha querido a Calderón --como lo hizo también con Fox--, como lo ejemplifica la entrega de la concesión de fibra óptica en sociedad con Nextel y que sólo pagará 16.5% de su valor.

Así, ante el desastre social de su gobierno --que ha concentrado la riqueza en los mismos que lo impusieron y lo sostienen--, es lógico que Calderón insista en su “guerra” contra el narcotráfico, que fracasada y todo le sirve como coartada…

Es preciso hacer dos puntualizaciones finales: Una, Calderón quiere hacer creer, taimadamente, que no cederá a los que quieren que no combata al crimen organizado. No. Sólo se le exige que lo haga bien.

Y dos, hay quienes plantean dejar de hablar de la violencia que atormenta la nación. Se equivocan. La casa se incendia y quieren jugar a las damas chinas...

La vocería de los 30

El nerviosismo público de la comandancia general de la vocería republicana televisiva, es una señal del estado anímico de la Usurpación. Perderán el poder antes del 2012.

Monerohernández

Curiosidad

Los 30

La debacle económica y la inseguridad en México es culpa únicamente del gobierno federal, que no ha hecho nada por dar soluciones, porque centra sus intereses en los negocios y pensando en los 30 potentados que tienen secuestrada la economía del país.
Andrés Manuel López Obrador en Tizimín, Yucatán.

Naranjo en Proceso

http://media.proceso.com.mx/cartones/5fc131f1.jpg

La basura de Genaro

"Nuestros mandos son pura basura. Reportan muchas detenciones porque están de acuerdo con agentes ministeriales de la Procuraduría General de la República (PGR), a fin de capturar inocentes y cargarlos con droga para que paguen fuertes cantidades".
Denuncia de policías federales que se amotinaron el sábado en Ciudad Juárez.

Regeneración TV: 9 de Agosto del 2010

Andrés Manuel López Obrador: Tiene que haber justicia en el caso de Mexicana de Aviación para pilotos y sobrecargos y poner fin a la dominación de la oligarquía sobre las instituciones públicas que están al servicio de personajes como Gastón Azcarraga.

El porvenir del bromista

Es inevitable e irreversible: el jefe de La banda del automóvil gris será juzgado por la historia, y una vez la máscara mediática en el suelo, por la mayoría de los mexicanos. Con la ayuda de los voceros de La República de la Televisión y con el monopolio hertziano, Calderón logró convencer a millones de mexicanos sobre los "beneficios" de la masacre que desató para poder gobernar el barco usurpado. Ilegítimo de orígen, sin escrúpulos y sin medir las consecuencias, lanzó a México a su peor catástrofe desde la época de la Revolución: ya son más de 28 mil muertos en su guerra contra el "narco".

Es por el "bien de sus familias" y de su "seguridad" convenció el michoacano a la audiencia televisiva con las voces y los rostros de la mediocracia. De buena fe, espantados por las atrocidades que la televisión difundió como estrategia de control y millones les creyeron. Millones aceptaron ceder la libertad por el exceso de seguridad que el Usurpador propuso para acabar con los "narcos". Y la maltratada sociedad, inducida por los voceros de La República de la Televisión, y por las ráfagas hertzianas, se comió la estrategia diseñada. Lograron su objetivo: el control de la percepción pública con sobredosis de mentira y miedo.

Y esa irresponsable estrategia, tendrá consecuencias en el tiempo. Las máscaras no son eternas. Los papeles de los actores no son infinitos. La mentira impuesta fue atroz como ninguna otra: construyó el escenario donde se han asesinado miles de mexicanos.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

Vistas a la página totales

Huracán: La política secreta neoliberal

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