viernes, octubre 05, 2007
La Jornada
Acuerdan respaldar a su colegisladora; abierta oposición de PVEM y Panal
Condenan diputados agresión de TvAzteca al Senado y piden se le retire la concesión
Manifiestan su enérgico rechazo a los denuestos transmitidos por la televisora
Roberto Garduño y Enrique Méndez
"Javier González Garza, líder de la bancada del PRD, refirió que Televisión Azteca y su dueño, Ricardo Salinas Pliego, “sí cometen un delito al violar el régimen de concesiones”. Incluso, el legislador endureció su postura, porque Salinas Pliego y sus empleados han incurrido en actos graves contra las leyes. “Estos señores están robando la señal del Canal 40, la constitución de esa empresa es un asco. Pero no sólo eso, han hecho llamados a la sociedad en contra de un poder establecido; en mi opinión, la Secretaría de Gobernación tendría que cancelar la concesión a esa empresa”.–¿Ya se puso en la mesa la posibilidad del retiro de concesión?
–Hoy se puso en la mesa y se hace un llamado a que recapaciten. El Congreso es un poder establecido legítimamente y no hay argumento para que en términos de la libertad de expresión los señores estén llamando a este tipo de cosas. Acuérdense que el señor Salinas Pliego solicitó que no se pagaran impuestos y llamó a la desobediencia. Acuérdense que se les encontró a ellos culpables de haber fabricado un asalto para afirmarlo y luego sacarlo en sus noticieros y decir “¡ahhhhhhhh!, cuánta inseguridad hay”. Lo que estoy diciendo es que alguien tiene que pararles un alto para respetarnos todos.
–¿Qué hacer con un personaje como Jorge Mendoza, quien está vinculado con Ricardo Salinas y además es senador?
–Se evitó que fuera presidente de la Comisión de Radio y Televisión y es un hecho que la empresa está cometiendo delitos.
–¿Se olvida el dueño de TvAzteca cómo obtuvo la concesión? –preguntó una reportera de otra televisora.
–No se olvida. Lo debe tener muy presente y los 29 millones de dólares del señor Raúl Salinas de Gortari y otras cosas, producto de la corrupción del salinato."
Astillero
Julio Hernández López
Televisión Elektra
Televisión Azteca no tiene credenciales (ni de moralidad ni de profesionalismo) para pretender asumirse como ente defensor de la libertad de expresión o como instancia de representación social. Desde su origen (Raúl, hermano del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, “prestó” 30 millones de dólares para la ventajosa compra al gobierno federal de los canales 7 y 13 de televisión abierta), la empresa de Ricardo Salinas Pliego ha utilizado su deformada interpretación del periodismo para presiones políticas y negocios corporativos.
Con estilo gritón, amarillista, superficial y manipulado, el “periodismo” doblemente salinizado lo mismo ha arremetido de manera golpista contra el gobierno capitalino de Cuauhtémoc Cárdenas (e hizo una infame campaña de desprestigio y burla contra el íntegro procurador local de Justicia, el difunto Samuel del Villar), a causa del asesinato de una de sus estrellas del entretenimiento, a la que luego se encontraron mortales nexos con asuntos de narcotráfico, que se ha lanzado contra un secretario de Hacienda para defender delicados asuntos fiscales de la empresa o ha vituperado a uno de los grandes millonarios del país por asuntos de medicinas, cuando éste ha pretendido asociarse con siglas extranjeras para pujar en busca de una tercera cadena televisiva nacional.
En esos casos, como en muchos otros (el supuesto atentado, años atrás, contra una de sus locutoras de noticiarios, en las inmediaciones de lo que es llamado “El canal del Ajusco”), la marca de la casa es el encubrimiento de los intereses mercantiles y políticos tras el disfraz presuntamente heroico de la defensa de la sociedad y de valores como la libertad de expresión y el ejercicio crítico. El tono regañón, el ceño fruncido, los juicios severos y la denuncia de “injusticias” funcionan por encargo hacia fuera y contra otros, pero no hacia la propia conducta criticable, las manipulaciones y, en ocasiones, la conducta delictiva de algunos dueños y dirigentes de la empresa que ha llevado a algunos (¡quién lo iba a pensar!) a considerar que la peor televisión no es la que hace Televisa.
Un tema obviamente intocable es el asalto armado al cerro del Chiquihuite, que Salinas Pliego y un equipo de abogados, operadores políticos y guaruras organizaron (el Estado es Tv Azteca, diría Ricardo XV) para forzar y acelerar el proceso de apropiación de la señal de un canal que con algunos de sus programas noticiosos (notablemente la emisión nocturna, conducida por Ciro Gómez Leyva y Denisse Maerker) había dado muestras importantes de apertura, pluralidad y crítica al poder. El golpe del Chiquihuite mostró de manera brutal el sometimiento de un gobierno ausente, en permanente hibernación, ante poderes fácticos que llevaron al omiso Vicente Fox a pronunciar su famosa frase de abdicación confesa: “¿Y yo por qué?”.
Los aires extremos de falso sacrificio cívico se han vuelto a instalar en la empresa de Ricardo Salinas Pliego a partir de las reformas constitucionales en materia electoral, que han cercenado a los medios electrónicos el gran pastel publicitario de los comicios. A diferencia de Televisa (donde apuestan más a las negociaciones de elite que a la confrontación estilo abonero), los espacios informativos y de opinión de Tv Azteca se han convertido en desfondadas escenificaciones previsibles en las que los ardores comerciales y las pretensiones de poder político tratan de convencer a los televidentes de que en México se vive el preludio de una dictadura, en la que los intereses de la sociedad han sido secuestrados por la “partidocracia”, peligros todos ante los cuales los nobles y desinteresados locutores, comentaristas y directivos prometen luchar con denuedo para salvar a la patria (y al negocio de virtual agio llamado tiendas Elektra, y el pago por favores recibidos denominado Banco Azteca, y el botín de la publicidad para Tv Azteca y la garantía de sobrevivencia del duopolio actual, sin apertura a nuevos competidores).
El desbordamiento de las negras aguas críticas del canal del Ajusco se ha topado con un insólito frente común de legisladores federales que han confirmado en espots propios la arrogancia, la ambición y la ignorancia del golpismo Azteca. En nada lastima ni merma al ejercicio periodístico y a la libertad de expresión lo aprobado por quienes representan en el Congreso federal a 90 por ciento de los votantes de 2006 y por la gran mayoría de las cámaras estatales que han abordado el asunto.
Lo que las dos grandes televisoras defienden es el gran negocio que han venido haciendo con cargo al erario, que les permite convertir en ganancias empresariales “legítimas” el saqueo de los recursos públicos mediante contratos de publicidad política y electoral que crean escenarios falsos y percepciones tramposas y que promueven y exaltan personalidades y obras huecas e inexistentes.
En lugar de destinarse a gasto social (escuelas, hospitales, etcétera), los fondos públicos se van a las arcas de las empresas televisoras y luego sus estrellas y directivos lucen sus riquezas “bien habidas” en las revistas de frivolidades, además de que luego organizan colectas, teletones y otras formas de lavado empresarial de conciencia y de jineteos y malabares fiscales, para devolver a los pobrecitos pobres unas migajas de lo mucho que les arrebataron mediante las exacciones publicitarias de cuello blanco.
Política ficción
El seudónimo.
Vicente Fox, aburrido de ver la danza de los fantasmas sobre su "lago artificial", abatido por la ola de críticas hacia su impunidad, decidió escribir una carta para defenderse de los embates de sus enemigos. Al terminar su disertación escrita, ordenó a uno de sus "voceros" publicarla en los diarios de La República de la Televisión, bajo el seudónimo de Juan Aguilera Azpeitia. Aquí las reflexiones del (ex) presidente y su seudónimo:
"Dados los últimos acontecimientos que le han acarreado crítica feroz, de diversos tonos y desde distintos ángulos, resulta pertinente que usted, ante su conciencia examine y valore cuanto ocurre. Y sobre todo el porqué. ¿Le auxilio? ¡Va! No resulta ciudadano común y corriente, por decirlo de manera coloquial. Cimbró al PRI, cuando todavía tenía inmenso poder.Le arrebató dos veces la gubernatura de Guanajuato.En esos episodios quedaron muchos enemigos con la guadaña (sic) de la venganza guardada. Luego golpeó muy fuerte para que fuera reformado el artículo 82 constitucional, que impedía a los descendientes de extranjeros ser candidatos presidenciales. No podían ocupar la silla de Palacio Nacional los hijos de estadounidenses, -como es su caso-.
Hoy es posible tanto que usted, Vicente, logró la hazaña y luego de una campaña golpeadora, sacó, como abanderado del Partido Acción Nacional, el arcaico régimen de Los Pinos. Si hubiera que preguntar algo sería: ¿cuántos intereses fueron tocados, principalmente en el último episodio?"
Juan Aguilera Azpeitia enumera los "logros" de Vicente, y se los reestrega en la cara, a los que señalan a "Chente" como corrupto y vendepatrias:
"Esa su llegada a la Presidencia derrumbó muchos "no mitos y sí negocios" que se hacían a la sombra o amparo del poder. Los que fueron “tocados” sería tonto creer que lo iban a aplaudir. Sus enemigos crecieron, pero como los batracios, escondidos, con bajo perfil, agazapados, a la espera del momento que les permita resurgir para actuar, esto es: vengarse. A la llamada “izquierda”, matizada de mil tonos e ideas, tampoco le agradó que un “derechista” tomara el mando de la República. El episodio resultó para ellos como balde de agra fría o algo peor. Unos y otros, desde sus trincheras lanzaron no críticas solamente y sí dardos envenenados.
Juan Aguilera Azpeitia, y (o) Vicente Fox, se asumen como "reparte pasteles", y definen el tono ideológico de su debate interno:
"Ah, y le digo algo más: también sus amigos, a los que no les tocó trozo de pastel reventarían contra usted llamándole “malagradecido”. Porque lo que acarrean ayudas, apoyos, gentes y votos en general, esperan aunque sea una migaja de poder. Si no cae en sus manos se vuelven más duros que los tenajales.
"Juan" acepta que "algunos amigos" de Vicente tuvieron "acceso al pastel" del poder --y otros no--, y por coraje, a los que "no les tocó", ahora lo denuncian por envidia y "no para develar la verdad" sobre su desempeño como funcionario público:
"Si no están convencidos que usted hurtó fondos públicos y no lo están porque carecen de pruebas, de todas formas forman comisiones y hasta encaminan procesos como el senador Monreal. ¿Qué ganan con ello? Soltar las plumas de cualquier ave, para que se dispersen con la idea de “calumnia, que algo queda”. Muchas gentes hasta de buena fe podrán preguntarse al ver y oír tantos ataques contra usted: “será cierto que se le fue la mano a Fox?”. Yo en lo personal y públicamente digo que creo es un hombre honesto, desparpajado en algunas cuestiones, medio atrabancado en otras y si se quiere frivoloncillo, pero buena persona y honrado."
Y sugiere una estrategia para "la fuga":
"Yo un día me permití sugerirle no que se autoexiliara pero sí que tomara unas vacaciones por periodo nada corto. ¿Cuál el objetivo? Simple: Dejar que el tiempo airee la política y darle el espacio conveniente a don Felipe presidente para que obre, actúe, proceda de la forma que mejor le acomode. "Don Vicente: Todavía es tiempo. Tome a su mujer y las maletas. Váyanse a disfrutar de unas prolongadas vacaciones.Tiempo para hacer el bien queda mucho si Dios quiere. No hay por qué comer ansias ni pensar que si no lo logró hoy, resultará imposible realizarlo mañana.
Atentamente.
Juan Aguilera Azpeitia
(RISAS GRABADAS)
En Reporte Índigo, Anabel Hernández, la periodista "coco" de la (ex) pareja presidencial, aporta nuevas piezas para (re)armar la estructura de la corrupción foxista. En Índigo 53, --una vez más--, la periodista exhibe y desnuda las mentiras de los guanajuatenses. Los ranchos, haciendas, cabañas, cerros, sembradíos, autos, albercas, canchas de futbol, cortijos y jardines, pertenecen a Vicente y Marta Fox, y a nadie más: lo dicen las escrituras.
RISAS GRABADAS
Miguel de la Madrid Hurtado, (expresidente)
Hoy, El Universal entrevista a Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del líder del cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, y autor del libro, "El hijo del ajedrecista", donde afirma que el elenco del programa "El chavo del ocho", creado y dirigido por Roberto Gómez Bolaños, dio un show privado para el capo, su familia y sus amigos, a cambio de un pago de 220mil dólares. Chespirito, negó su participación en la mencionada fiesta,y de nuevo mintió, como mintió en la campaña en contra de la "despenalización" del aborto, y como mintió al asegurarle a los chespiritistas que al votar por Vicente Fox y Felipe Calderón, México sería mejor.
¿Y ahora, quién podrá ayudarlo?
Éste es un fragmento de la entrevista:
—¿En el caso de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”?
—Creo que eran 220 mil dólares, estuvo él, La Chilindrina, El Profesor Jirafales y El Señor Barriga, fue casi todo el elenco, (fueron) exclusivamente a una primera comunión de una hija de uno de los jefes del cartel de Cali, José Chepe Santa Cruz, donde estaban todos los hijos y mujeres de los capos, se decidió contratarlos porque se trataba de una fiesta para niños.
“Era el boom en esos momentos, el año 1986, qué niño no le hubiera gustado tener al elenco de El Chavo del Ocho en su fiesta”.
Ante la reacción que tuvo de Gómez Bolaños, al negar esta actuación para el cartel de Cali, el entrevistado comentó que “a mí me extraña que el señor diga que nunca vino a Cali, y después María Antonieta de las Nieves confiesa que sí estuvo en la fiesta, cuando está demostrado, hay un video”.
Harry (potter)
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