La extrema debilidad de orígen del Calderonato, sumado a las medidas antipopulares del regímen ilegítimo y la evidente entrega de la soberanía a un poder extranjero (Receptor Abierto y Rápido y Furioso) hacen de la 'sorpresiva' muerte de José Francisco Blake Mora uno de los momentos críticos y más peligrosos del sangriento sexenio de la Usurpación. Una vez más las Fuerzas Armadas, los cuerpos de inteligencia y el Estado Mayor Presidencial han quedado en ridículo: ¿Cómo puede ser que en menos de seis años dos Secretarios de Gobernación mueran en accidentes aéreos provocados supuestamente por 'errores humanos' o fenómenos naturales? Es imposible creer esa perfecta sincronía de la fatalidad aérea.
Felipe Calderón, rehén de su incapacidad y de los grupos de poder que lo impusieron en la presidencia mediante un fraude, ha sido golpeado en el corazón político de su gabinete y de su estrategia en contra de los 'narcos', que Blake Mora respaldó una y otra vez ante los medios masivos de comunicación. Más allá de las dudas de los mexicanos sobre la 'casualidad' incasual de que en un sexenio mueran dos Secretarios de Gobernación por accidentes o imprudencias aéreas, el entorno de extrema violencia que se vive en México, hace de la hipótesis del atentado una corriente de opinión poderosa, aunque no haya 'elementos' que la sostengan más que la desconfianza generalizada en las instituciones –que al pasar los días derivará en sospechosismo fatal–.
La muerte de José Francisco Blake Mora, no debe ser descontextualizada: México vive una guerra impuesta por el Gobierno Usurpador para legitimarse, y militarizar el país por la vía institucional (la imagen de la fuerza de los soldados 'buenos') y la paramilitar (la acción encubierta de los soldados 'malos') para generar un ambiente de terror y miedo que haga imposible el proceso democrático electoral del 2012, y sumergirnos en un campo de batalla permanente, que sirva para dos cosas: a) Que la oligarquía se perpetúe en el poder mediante gobiernos títeres', y: b) Que el imperio estadounidense detenga su decadencia con los recursos naturales y energéticos de México, y los altos ingresos capitales productos de una guerra sostenida en territorio nacional.
La muerte de Blake Mora es un colapso momentáneo y ¿sorpresivo?, que debilitará al máximo la ruta final de la dictadura encubierta de Felipe Calderón Hinojosa, tomando en cuenta que el Secretario de Gobernación tiene responsabilidades directas sobre la política interna y la seguridad nacional, siendo ese un puesto clave para el control y manipulación del proceso electoral del 2012. También, el secretario sustituto de Blake Mora será el encargado de la faceta final de la guerra de Calderón contra el 'narco', contra el pueblo y contra cualquier cambio de régimen que se intente por la vía electoral. Del perfil del sustituto de Blake Mora se podrá 'ver' que tipo de desenlace tendrá el fatídico gobierno de las cincuenta mil muertes y los dos accidentes trágicos de la Gobernación. La nebulosa se 've' a lo cerca y a lo lejos.
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