miércoles, octubre 25, 2006

El tour de Iñárritu

Alejandro González Iñárritu sigue promoviendo su última cinta Babel en distintos festivales cinematográficos del mundo, plataforma donde también ha expresado sus ideas políticas. De acuerdo con el cineasta, la negativa de Andrés Manuel López Obrador a reconocer la victoria del conservador Partido Acción Nacional en las pasadas elecciones, genera "una gran inestabilidad, una gran confusión". Y remachó: "una izquierda que divide, no creo que lleve a buenos resultados…desconocer las instituciones sólo lleva a la anarquía".

Sobre López Obrador, ha comentado: “me parece que sus métodos son detestables, no comparto la forma en que ejecuta y aplica las ideas. Las formas de llegar a esos ideales son totalmente contrarios a esos mismos ideales... esta izquierda aletargada ya no sirve, tiene un tufillo de los años 50, autoritaria y esos personajes como López Obrador tienden a convertirse en pequeños caudillos. Cuando llegan al poder se transforman en monstruos”.

Iñárritu ha utilizado los foros periodísticos de los festivales de cine para legitimar a Felipe Calderón: "El que en Televisa nace..."

El museo de Fox


El fin del sexenio cierra con una noticia escalofriante: la construcción de un museo sobre Vicente Fox. El guanajuatense parece no darse cuenta de que, el fin del sexenio, es el fin del foxismo. Y ese final es el inicio de la calificación popular a su mandato. El poder se acaba y Fox está sintiendo su agonía. Y en un acto de soberbia, se autodesignó material histórico. Se (auto) embalsamó.

El olvido y la memoria

Los noticieros nocturnos de Televisa y Tv Azteca son similares en contenido desde la campaña presidencial y, ahora, parecen buscar un mismo efecto: que el televidente olvide y entierre la historia de la elección. Las anomalías, atropellos y delitos que la surrealista clase política cometió. Buscan que se olvide el tráfico de influencias de Hildebrando; las concesiones de gasolinerías dadas a la familia de José Camilo Mouriño en Campeche, así como el desfalco financiero que César Nava y Felipe Calderón cometieron en Banobras y en la Secretaría de Energía.

¿Por qué tenemos que olvidar?

Las televisoras optan por la estrategia del silencio, que es la estrategia del olvido. Es la complicidad con los intereses de una clase gobernante que controla el capital, el estado y los negocios que de esa asociación emanan. Y todos ellos, en complicidad con las televisoras, querrán que se hable del fraude electoral del 2006; sí, pero en el futuro, como hecho histórico, como retrospectiva, como pieza de museo. Televisa, por ejemplo, se refiere ahora al fraude electoral del 88 como "legítimo" para oponerlo al fraude del 2006, --que para ellos no existió--. Reconocen una victoria de la izquierda en el pasado, pero niegan la victoria del presente. Sacando cuentas, y bajo esa lógica, es probable que el fraude electoral del 2006 empiece a existir en el 2018.

La paradoja presidencial

El gobierno de Vicente Fox se ha caracterizado por los insignificantes logros económicos, frecuentes escándalos protocolarios y crisis políticas recurrentes. Ha sido errático en la negociación con el legislativo y con todas las fuerzas político-sociales distintas al PRI. Ha intervenido en decisiones trascendentales del poder judicial y en la procuración de justicia en su conjunto; entre los casos más relevantes de ello está el desafuero de AMLO, la calificación de la elección presidencial y la denuncia de Marta Sahagún contra la revista Proceso.

Vicente Fox Quesada saldrá de la presidencia “del cambio” sin cumplir sus principales ofertas de campaña, pero sobretodo con graves señalamientos de nepotismo y corrupción: los hijos de Marta, el Toallagate, el "rancho secreto" y la bahía presidencial, por mencionar algunos. Y los que vendrán.

Fox traicionó a Fox.

Por otra parte, los gobiernos priístas no fueron auscultados; los abusos de poder y el saqueo al erario quedaron impunes o enlatados; una mínima cantidad de ex funcionarios de alto rango, líderes sindicales o grandes empresarios fueron denunciados por corrupción. Al resultar electo, Fox mismo se volvió parte del discurso del México de las tepocatas que atacó durante su campaña: sus hermanos hicieron negocios a la sombra del poder, cedió la mitad de la presidencia a la señora Marta y, defendió y exculpó a los hermanos Bribiesca Sahagún.

La presidencia de Fox fue la presidencia de la corrupción y la frivolidad, de la incapacidad y del autoritarismo. De la desmesura y la ignorancia. La paradoja presidencial.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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