domingo, noviembre 02, 2008

2 de Noviembre

"Infinitamente muertos" e infinitamente presentes.

La naranja mecánica

La clase política estadounidense utiliza el término "teoría de la conspiración" para negar –entre otras cosas– las múltiples operaciones encubiertas que realiza la CIA para desestabilizar gobiernos, sociedades o "eliminar" personas que contravengan los intereses políticos, económicos o históricos del imperio estadounidense. Bush y sus halcones se refieren a las "teorías de la conspiración" como una locura, una vacilada o una "carcajada" que no merece incluso la respuesta a quien inquiere sobre lo "no aceptado" por el sistema político estadounidense. Los halcones han hecho de las "teorías de la conspiración" un calificativo denostativo y un "escudo" para guardar silencio ante las preguntas de los periodistas incómodos y ante la "verdad histórica".

El término conspiración o conjura "suele referirse a un acto o conjunto de actos realizados por varias personas con ánimo de arrebatar el poder a otra o de causarle daño. Cuando se refiere a cosas, una conspiración es una concurrencia de circunstancias en dirección a un mismo fin." Ese "arrebato" se ha manifestado en la cancelación de la vida de John F. Kennedy, Martin Luther King y Salvador Allende; también en los múltiples intentos de asesinato a Fidel Castro y en los operativos para desestabilizar movimientos sociales como los Black Panthers. La teoría de la conspiración es lo que está detrás de las "verdades oficiales" que –por ejemplo– han sostenido que John F. Kennedy murió por el impacto de "una sola bala", o que en Irak existían armas de destrucción masiva. Es decir, mentiras completas. En México, utilizan el "complot" para "denostar" o negar las operaciones políticas de Estado como el desafuero de Andrés Manuel López Obrador o el fraude electoral. La teoría de la conspiración de George Bush es la "política ficción" de Carlos Salinas de Gortari en México.

Dentro de esta lucha entre "verdades oficiales" y teorías de la conspiración desde hace décadas se discute la verosimilitud de la llegada del hombre a la luna –así como se escucha–. La teoría de la conspiración ha sostenido que la supuesta 'conquista espacial' fue grabada en un estudio cinematográfico y la "verdad oficial" dice que el hombre dio uno de los pasos más grandes de su historia científica y tecnológica al "pisar" la superficie lunar. Hoy los involucrados en aquel capítulo de ficciones le dan la razón a las "teorías de la conspiración": la llegada del hombre a la luna fue un engaño, una secuencia cinematográfica fraguada –entre otros– por Henry Kissinger, Richard Nixon, Donald Rumsfeld y ¡Stanley Kubrick!

Aquí, los testimonios de los "guionistas del viaje a la luna":

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Es el acta que constata las operaciones de ficción de La Sociedad del Espectáculo. La naranja mecánica. Si fueron capaces de "simular" la llegada del hombre a la luna y engañar a toditita la humanidad con la complicidad de uno de los cineastas más sublimes, entonces son capaces de cualquier cosa. ¿Cuántos capítulos más serán "ficción"? Todo está bajo sospecha hasta que no se compruebe lo contrario.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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