Contra(comunicado):

Es irrefutabe. Un (in)humano diseñó el neoliberalismo. Es la hora de ser humanos.

El periodismo del siglo XXI

Cuando el periodismo señala lo que tiene que señalar, es pilar de la verdad pública y del equilibrio social. Con periodismo libre, el político es un instrumento de la sociedad, con periodismo vendido, el político es rey tuerto en tierra de ciegos. El periodismo es perseguidor de la verdad: el que está preparado para responder a lo que sucede. Si se pierde el periodismo, se pierde la verdad pública y la certeza democrática. Y vienen las tinieblas. La sombra. La sangre. Por eso creo que tenemos que ser implacables con los políticos y con los periodistas que dinamitan la verdad pública.

Cuando los políticos dejan de ser 'representantes populares', el periodista nos representa ante el poder del Estado. Y ante la excepción que vivimos –el Estado Autoritario–, el periodismo libre es el contrapeso al totalitarismo. El periodismo libre es de las pocas zonas autónomas de México. Retribuyamos a los periodistas libres con el reconocimiento colectivo, y a los que mienten, confrontarlos con la verdad. Esa es la fórmula para recuperar lo que queda de México. Con periodismo libre se puede restaurar La República.

El periodismo se perdió con el neoliberalismo: el periodista neoliberal necesita quedar bien con su jefe, no con la sociedad. El periodismo libre en el capitalismo (y en las dicta-duras) es casi imposible. Los periódicos nacionales, para sobrevivir, necesitan mantener estructuras económicos del tamaño de un edificio, y por eso, en la mayoría de los casos, las empresas periodísticas dependen editorialmente de los interes políticos de la oligarquía (unos cuantos hombres que dominan a todos los hombres). Y así se forman los tentáculos del pulpo dominante. La oligarquía sabe que controlando la publicidad del periodismo neoliberal, controla las partes mayoritarias del 'todo' periodístico. Cartera neoliberal mata libertad editorial. Cartera mata todo.

Por eso, con el periodismo, el equilibrio social, sin el periodismo: lo que estamos viviendo. Por eso cada vez que un periodista devela la verdad, celebremos con él, y cada vez que la esconde, seamos implacablabes con él.

Y no es personal. Es una emergencia.

5 de Mayo

¿Y tú qué celebras vendepatrias?