miércoles, diciembre 10, 2008

Marxiana a los 30

La necesidad de encontrar mercados espoleó al grupo de los 30 de una punta o otra de México. Por todas partes anidaron, en todas partes construyeron, por doquier establecieron relaciones. Al explotar los símbolos trasnacionales dieron los 30 al consumo en México un sello cosmopolita, pero las viejas industrias nacionales se vinieron a tierra arrolladas por industrias que no transforman (como antes) las materias primas del país sino las traídas de los climas más lejanos.

Con el rápido perfeccionamiento de los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, llevaron los 30 la globalización a todo el país. El bajo precio de sus mercancías fue la artillería pesada con la que derrumbaron las murallas de las economías locales y obligó a abrazar el régimen neoliberal o perecer, a implantar la llamada globalización, es decir, a someterse todos a los 30 porque crearon un mundo hecho a su imagen y semejanza. Los 30 aglutinaron los medios de producción, la propiedad y los habitantes del país. Centralizaron los medios de comunicación y concentraron la propiedad en unas cuantas manos. Este proceso tenía que conducir –por fuerza lógica–, a un régimen de centralización política: La República de la Televisión. El gobierno del espectáculo.

EL príncipe maya

Canek Solarizado

Televisión 06

"Y la misma búsqueda del sensacionalismo y, por lo tanto, del éxito comercial puede llevar a seleccionar unos sucesos que, a merced de las construcciones salvajes de la demagogia (espontánea o calculada), son capaces de suscitar un interés inmenso halagando los impulsos y las pasiones más elementales (con casos como los secuestros de niños y los escándalos susceptibles de provocar la indignación popular), e incluso conseguir formas de movilización puramente sentimentales y caritativas, o apasionadamente agresivas y cercanas al linchamiento simbólico, con los asesinatos de niños o los incidentes asociados a grupos estigmatizados".
Pierre Bourdieu. Sobre la televisión.

Despertando a la vida


El eterno retorno

A las puertas de Televisa



Andrés Manuel López Obrador
Presidente Legítimo de México

Los medios de comunicación, con honrosas excepciones, no cumplen su función social ni ayudan a construir la democracia. En sentido estricto se han convertido en meros instrumentos de dominación al servicio de los potentados de México. Como ya hemos explicado en otras ocasiones –y lo vamos a segur repitiendo—treinta barones del dinero y de la política son los que realmente mandan y deciden en nuestro país. Esto lo tenemos que tener muy claro, para no confundirnos. Bien se dice que un problema bien planteado, es un problema medio resuelto. El grupo de los treinta posee las franquicias del PRI y del PAN, mantiene a uno de sus empleados en la Presidencia de la República y es dueño de los medios de comunicación más influyentes del país. Sí está claro. Treinta, dos partidos, un pelele y la tele. De esta forma, este puñado de personas, se ha venido imponiendo por encima de los intereses del pueblo y de la nación. Han degradado la vida pública y son los principales responsables de la debacle económica, del empobrecimiento del pueblo y de la violencia que se padece en todo el país.



En nuestro país, en México, se ha ido conformado una especie de dictadura encubierta, un poder real que actúa por encima de las instituciones y que ha nulificado la vida democrática nacional. Existe una República aparente, simulada, falsa; hay poderes constitucionales, pero en los hechos, un grupo ha confiscado todos los poderes. El predominio de este grupo se sustenta, fundamentalmente, en el control que ejercen sobre los medios de comunicación. En eso estriba su fuerza y la soberbia, cuando creen que pueden imponerse eternamente [...] Con el engaño y la falta de información, se ha impedido que tengamos una opinión pública fuerte, una voluntad colectiva decidida a exigir el cumplimiento de los derechos sociales y ciudadanos; un verdadero contrapeso para limitar los abusos del poder. Esto es lo que justifica el que luchemos por la democratización de los medios de comunicación. Y aunque sabemos muy bien que la mejor forma de contrarrestar la poderosa influencia de los medios y de la televisión en particular, la mejor forma de hacerlo estriba en intensificar nuestro trabajo de organización, de orientación y de concientización del pueblo, aunque sabemos que ese es el mejor método, el mejor recurso, el trabajar todos los días, convenciendo a la gente, creando conciencia, no debemos quedarnos callados y exigir que se cumpla el derecho a la información.



Sólo volvemos a recordar a los dueños de Televisa, como ya lo expresé, que los espacios que demandamos no son únicamente para nuestro movimiento sino, sobre todo, para tratar de cara a la nación y con la participación de todos los actores sociales, los grandes y graves problemas nacionales. Por ejemplo, sería de mucha utilidad que economistas de nuestro movimiento debatieran en televisión con Carstens, el secretario de Hacienda del gobierno usurpador, que no sólo entrevisten a Carstens, que no solo haya entrevistas arregladas, que se abra el debate nacional, que se hable de la crisis económica, sobre sus causas, lo que ha originado esta debacle económica, esta crisis de bienestar social en nuestro país. En particular que se traten temas como el desempleo, la devaluación, el uso y destino de las reservas internacionales de México, las alzas de las gasolinas, el diesel, el gas, la luz y los artículos de primera necesidad. Así como la pérdida del poder adquisitivo del salario y de los fondos de ahorro de los trabajadores, entre muchos otros asuntos.

[...]

Porque no se está luchando nada más por cargos públicos, no es la lucha de siempre, no es la lucha del poder por el poder, mucho menos la ambición al dinero, lo que queremos es la transformación del país, queremos salvar a México y lo vamos a lograr entre todas y entre todos. Hay algo qué genere más satisfacción que luchar por causas, hay algo qué genere más satisfacción que luchar por la gente que más lo necesita, no hay nada que se pueda igualar a la satisfacción que genera estar en este movimiento, luchar por los demás en pos de otros. Por eso sigamos adelante, con mucha firmeza, con entusiasmo, como siempre lo decimos, con alegría, no tenemos por qué amargarnos la vida, al contrario, tenemos que hacer nuestro trabajo con alegría, con entusiasmo, tenemos que estar felices, porque estamos bien, como siempre lo digo, con nosotros mismos, estamos bien con nuestras conciencias, porque estamos bien con el prójimo y esa es la verdadera felicidad.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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