martes, marzo 10, 2015

16 Tesis de Economía Política por Enrique Dussel - 13º Tesis


Mover a los inmóviles

Sergio Humberto Brown Figueredo

Ya lo sabemos. El caos paraliza. Silencia y dispone al grupo social a que le apliquen las peores condiciones de vida y lo aguante sin reaccionar: no se queja, no se manifiesta, no se organiza. Tiene miedo. El fantasma de la violencia lo que aplaca es la "acción social". Y así los chacales tienen campo abierto. A l@s que se mueven: l@s amenazan, encarcelan, golpean, matan o mutilan. Al rebelde lo persiguen o intimidan, denostan o cancelan. De ahí la importancia de las luchas de Resistencia —por pequeñas que parezcan—, son minorías que se oponen con toda la fuerza de una causa justa al poder, y no sucumben ante los embates del dinero. Lo máximo expandido desde lo mínimo: la dignidad.

El pueblo mexicano deviene de una Conquista violenta y luego un proceso colonial esclavista que duró cientos de años y de una Independencia y Revolución fallidas (por ciclos, el poder siempre terminó en las mismas manos), es decir, la evidencia histórica nos lo comunica, como pueblo no hemos podido tomar el destino total de nuestro camino por largos ciclos de tiempo. La derrota que perpetúa a los mismos de siempre en el poder ha sido la niebla cultural que nos detiene. El agachón "no se puede" o el conservador "para que le mueven", el conformismo alimentado por el miedo y la ignorancia programada por Televisa. Esa es la virtud del gran poder mediático que, sumado al genocidio económico que detuvo la movilidad social, nos tiene en una crisis agónica. Y así nos podemos quedar por años, décadas o siglos. 

Para elevar la confrontación entre los excesos oligárquicos, los pocos medios críticos y las resistencias ya establecidas (del Zapatismo a MORENA), debemos sumar al escenario a los inmóviles político-sociales, que pueden ser inconscientes totales o conscientes parciales de la situación económica y política del país y no manifiestan el hartazgo en lo público o ni siquiera en lo privado. Los inmóviles entran en la categoría del 'esclavo satisfecho de serlo'. En las marchas que han tomado las calles les cantan: "a ti que estás mirando, también te están chingando". Y tienen que despertar. El proyecto privatizador ya se quitó la máscara. Si movemos a los inmóviles podemos encender la música de la desobediencia civil pacífica. Sin la opinión pública despierta, crítica, activa y contra-hegemónica, no podemos pensar en escalar la presión social y por lo tanto los excesos seguirán.

En el México de los últimos treinta años todas las luchas contra-sistémicas son suma ascendente de batallas perdidas, que no acumularon la suficiente fuerza, primero, para frenar en definitiva al neoliberalismo, después, para tomar el poder y hacer valer la Constitución y aplicar justicia a los hechos sangrientos y trágicos que se siguen acumulando: Aguas Blancas, Acteal, Atenco, Pasta de Conchos, los niños de la guardería ABC, las matanzas con las armas gringas de 'Rápido y Furioso', los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, los ajusticiados en Tlatlaya por el Ejército y los que aparezcan mañana. O la nula importancia que prestó el tele-congreso a las manifestaciones en contra de la imposición de Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corta de Justicia. Está comprobado: no nos tomarán en cuenta.

El remate del petróleo y el anuncio de la próxima privatización del agua son las piezas del rompecabezas que muestra la imagen sin estar completa: lo privatizarán todo. Por encima de la Historia y sin importarles el futuro de la mayoría, cada vez más pobre y devaluados con el dolar por los cielos y la deuda adquirida en el extranjero. Es la alarma final que tenemos que escuchar ya o pasaremos pronto a una condición de neocolonia esclavista con el poder militar estadounidense como posible interventor en cualquier conflicto de intereses del pueblo con el capital extranjero. Si los inmóviles no despiertan, y el poder mediático sigue empoderado capturando todo el Estado, podrían aplastar a la crítica en cualquier momento. Las Resistencias están en el escenario desde hace años. Falta la suma de energía y fuerza suficiente para decirle "ya basta" a la pública destrucción de México. Es decir, el tiempo se agota para mover a los inmóviles.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

Vistas a la página totales

Huracán: La política secreta neoliberal

Huracán: "Ayotzinapa. El motivo"

Powered By Blogger

Archivo del Blog