domingo, marzo 29, 2009

El cine o el hombre imaginario

"Para suprimir la muerte, el genial Morel ha “succionado” enteramente a los vivos en su isla dedicada a la eternidad. (Mi abuso consiste en haberlos fotografiado sin autorización. Está claro que no es una fotografía como todas; es mi último invento. Nosotros viviremos en esa fotografía, siempre.) El invento de Morel nos propone el mito cinematográfico final: la absorción del hombre en el universo desdoblado para que la eternidad le salve. Dicho invento nos revela que si el mito latente del cinematógrafo es la inmortalidad, el cinematógrafo total es una variante de la inmortalidad imaginaria. ¿No es en esta fuente común, imagen, reflejo, sombra, donde está el refugio primero y último contra la muerte?"
Edgar Morin

El cine y el tiempo

"El cine expurga y divide la cronología; pone de acuerdo los fragmentos temporales según un ritmo particular que no es el de la acción, sino el de las imágenes de la acción. El montaje une y ordena con continuidad la sucesión discontinua y heterogénea de los planos. Este ritmo, a partir de series temporales despedazadas en trozos menudos, reconstituirá un tiempo nuevo, fluido."
Edgar Morín. El cine o el hombre imaginario.

Contra comunicado:

Realizemos lo inconcebible.

Memoria: El desafuero 09

Contra comunicado:

¿Quién vigilará a quién nos vigila?

El presidente (sic) de la privacidad

Felipe Calderón Hinojosa fue impuesto en la Presidencia de la República para operar la privatización del petróleo y para servir de tapete a los intereses intervencionistas de la maquinaria bélica estadounidense. El michoacano es una franquicia de los monopolios privados y los organismos financieros para seguir explotando los recursos económicos, políticos y sociales de nuestro país, y avanzar en el proyecto de imponer a la fuerza un Estado Televisivo Totalitario. El presidente de México (sic) es un nintendo al servicio de la propiedad privada, es controlado por los potentados de México y carece de voluntad y libertad para tomar decisiones a favor del pueblo.

Felipe Calderón es un actor de la libertad que –en lo aparente– le otorga el falso título de Presidente de la República, el escudo de facto que no le cubre la uña y mucho menos las manos sucias por el fraude electoral. Por eso vive cobijado en la privacidad: "el derecho de rechazar la intrusión de otra gente en lugares específicos, en momentos específicos o durante actividades específicas." El presidente de la privacidad vive re-presentando montajes que intentan comunicar que "gobierna" a un pueblo que "no ve" y "no escucha", porque ante su ilegitimidad de origen y su demostrada incapacidad de mando, ha andado a hurtadillas por las puertas traseras de México, rodeado de militares, guardaespaldas y cercos que le brindan falsas zonas de silencio, confort y miligramos de irrealidad.

Si Calderón ganó las elecciones, ¿porqué ha actuado como prisionero perpetuo de la privacidad? Nadar en una alberca controlada por un big brother lo mantiene lejos del repudio del pueblo; fuera de la vista de los gobernados Calderón vive simulando ante públicos de actores, edecanes, extras y empleados de gobierno. El simulacro del gobernante televisivo es vivible en la privacidad porque rodeado de vigilantes y fantasmas a sueldo, puede mentir sin temor a la reprobación de la audiencia. El simulacro televisivo es un sueño sin réplica ni auditoría porque la privacidad es el control total de "algunos lugares selectos de la vida" –como los mítines de telenovela, los bunkers en Los Pinos, los estudios de televisión, los restaurantes, Joaquín López Dóriga y los inframundos de la clase política mexicana–.

Un pueblo pobre como el nuestro, que batalla con el huracán de la crisis debería tener un presidente público, moralizador y no un presidente que viaja en una carroza de algodones y tanquetas. La privacidad es costosa porque "requiere refugios como habitaciones privadas, jardines cerrados, retiros, bosques protegidos de los intrusos; espacios marcados para el uso personal sólo y efectivamente protegidos de la intrusión". Y toda esa secrecía cuesta y se paga con dinero de todos, en medio de un terremoto económico que devasta al campo y las ciudades de México.

La privacidad es el territorio donde la realidad no es caos, no es insuficiencia, ni lluvia amarga. El Gobierno de la privacidad es el "gobierno" del autoengaño que habita en esa zona que separa la realidad de la locura. Nadie más que los caciques hertzianos saben que su poder se ejerze con discursos editados, campanitas e hipnotismo. Y los mexicas están despertando. Zygmunt Bauman en La libertad define "La privacidad como la suspensión –al menos temporal– del intercambio social", la privacidad es la ausencia deliberada del otro. El silencio y la post-producción son la vitalidad de la Usurpación del Poder en México; la fuente de simulación y ondas para sostener la sombría transmisión del gobierno republicano televisivo.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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