Julio Hernández López: "Cansadas autoconfesiones de un Estado criminal".

El otro significado del "ya me cansé" de Murillo Karam

Por Sergio Humberto Brown Figueredo 

Al finalizar la conferenica de prensa del procurador Jesús Murillo Karam sobre los desaparecidos de Ayotzinapa, una vez expuestas sus tesis y confirmando que los 43 estudiantes fueron asesinados por un grupo de narcos llamado "Los Guerreros Unidos", en la sesión de preguntas y respuestas, Murillo Karam perdió rápido la paciencia antes mostrada, —dijo estaba triste y dolido por lo sucedido—; y pasó de cordero al clásico político lobo autoritario. Trató con desdén a los periodistas y a la nación dando respuestas vagas, monosílabos, malas caras y ante la solicitud de los periodistas de seguir con las preguntas, el Procurador para remarcar su negativa a seguir respondiendo, soltó el motivo: "Ya me cansé".

En el marco de la conferencia y el guión de la historia expuesta, el "ya me cansé" se podría achacar al tenaz trabajo de investigación del Procurador y a su desesperada preocupación para darle frutos de justicia a la nación y al pueblo para el que se supone trabaja. Desde ahí, su expresión es lamentable y objetable. Presentó una historia con dichos de tres testigos grabados en video; una serie de huesos que dijo sobrevivieron la quema de los cuerpos en un basurero de Cocula, donde, —según él—, los asesinos mantuvieron un fuego prendido por catorce horas en la zona más caliente de la República, con una recien desaparición forzada de 43 estudiantes y ¿ningún cuerpo de inteligencia del Estado; CISEN, Marina, SEDENA, y Seguridad Municipal se dieron cuenta de esa columna de humo? La versión es dudosa. Cuestionable. Corta al menos.

El segundo significado del "ya me cansé" de Murillo Karam es el anuncio al fin de la tolerancia del Estado a las críticas de los padres de los estudiantes desaparecidos. El "ya me cansé" de Murillo Karam significa: "ya les dimos una explicación, ya están enunciados los culpables; fue una idea espontánea de un grupo criminal y no se tienen otros autores intelectuales". No se enjuiciará al exgobernador Ángel Aguirre, (vaya ni siquiera se habló de investigarlo), ni se destituirá a ningún alto fucionario del gobierno federal por la investigación omisa y lenta, —el padre Alejandro Solalinde tuvo mejores informantes que el Estado Mexicano—.

El "ya me cansé" de Murillo Karam es una sentencia que lanzó el poder a la población: "No toleraremos que los súbditos nos sigan gritando insolentes reclamos y exigencias en nuestros palacios". El "ya me cansé" es la indiferencia de la mentalidad capitalista moderna hacia los otros —los desprotegidos—, la conducta política enferma por el poder del dinero y obsesionada con las distinciones capitalistas (el tener mucha materia y poca dignidad). El "ya me cansé" de Murillo Karam es la expresión sintética de la lucha de clases.

Al contrario, las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos son la voz de exigencia de justicia de millones de mexicanos indignados por el fraude electoral primero, y después por la imposición de reformas estructurales que terminaron elevando impuestos y despojándonos de nuestro petróleo. Los padres y las madres de los 43 son la voz de millones de encabronad@s por el cinismo de una clase política corrupta y asesina. El canto de las madres y padres de los 43: "Vivos se los llevaron, y vivos los queremos", es el canto unificado de millones que, —así como ellos—, estamos en riesgo de ser desaparecidos por las fuerzas coercitivas del Estado, por grupos paramilitares cómplices o por las paupérrimas condiciones económicas a las que nos ha condenado la casta neoliberal.

Ya en las plazas y las calles de todo el país se escucha un canto que enuncia a los cuatro rumbos el hartazgo de la mayoría contra una minoría buitre que tiene secuestrado al Estado: "No has muerto, no has muerto camarada, tu muerte, tu muerte será vengada". En caso de que no se cumpla la exigencia de millones de que renuncie Enrique Peña Nieto, y los neoliberales sigan apretando las tuercas de la represión y la mentira, terminará solucionándose la crisis al viejo estilo de las revoluciones pasadas: ¡los villanos al paredón!