martes, junio 09, 2009

Implicada

Aquí el seguimiento en Astillero de Julio Hernández López al caso de la guardería y las líneas de sangre de Margarita Zavala –hermana del tremendo virus Hildebrando 117– :

"Anoche mismo, Margarita Zavala hubo de salir al paso de los señalamientos de emparentamiento con Marcia Gómez del Campo, aceptando una relación distante de cualquier concesión o tráfico de influencias: efectivamente, hay un parentesco (...) aunque yo no la conozco personalmente, tengo entendido que tenemos un bisabuelo en común. Por la mañana, el gobernador Bours había dicho a Carmen Aristegui: Marcia Gómez del Campo tiene un parentesco, entiendo, con la señora Zavala, efectivamente. Cuando ha venido aquí a Sonora la saluda. Hay una identificación familiar.

Por cierto, el pasado 31 de mayo se publicó en la sección de sociales de El Imparcial, de la capital sonorense (www.elimparcial.com/EdicionDigital/EdicionImpresa.aspx?Fecha=2009/05/31) la siguiente información: Rodeada de cariño celebró 80 años de edad doña Mercedes Gómez del Campo de Zavala, madre de Margarita Zavala de Calderón, quien acompañada de su esposo el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa y de sus hijos, arribó al festejo durante el cual se hicieron acompañar de familiares y amigos, entre los cuales estuvieron Jorge, Soledad, Marcia y Roberto Gómez del Campo, así como Carlos Gómez del Campo, Florencia Laborín, Marina Leyva de Gómez del Campo y Jerónimo Gómez del Campo, compartiendo este bonito evento familiar. La fiesta fue el sábado 23 de mayo, en el Colegio de la Asunción, en la ciudad de México, y doña Mercedes estuvo acompañada de su esposo, el abogado Diego Heriberto Zavala."

Más claro ni el agua. Y por si el cinismo fuera poco: ayer la esposa del más pequeño de los mexicanos –y cepa Hildebrando– "visitó" en Guadalajara a los niños quemados por la negligencia de su familia.

La ética los atormenta.

¿Y los voceros? ¿Seguirán callando el estruendoso sonido de la marea implicatoria?

Sí. Por eso son voceros, no periodistas.

El guión de la secuencia trágica: por la noche, Margarita despierta sudada, se levanta de la cama apresurada por un viento frío que la castiga. Al verse al espejo, tiene las manos llenas de ceniza. Se queda muda. Las lágrimas y el canto de los niños muertos le pide justicia. Sollozando, –ante el aumento sonoro del reclamo de los niños muertos– rompe lo que ve con una estatua de yeso de un actor que se hace llamar presidente. Los restos del espejo y la ética en el suelo son la metáfora de su condición humana.

Incendio

La implicación de familiares de Margarita Zavala –esposa del primer delincuente electoral de México– en el incendio de la guardería en Hermosillo, ha generado dos reacciones comunicativas del cerebro y guionista de La República de la Televisión:

1.- Una lluvia de silencio (y humo) en las columnas y espacios radiofónicos-televisivos del grupo de élite de los voceros en torno a la hiriente implicación.

2.- El falsísimo alegato de Joaquín López Dóriga para deslindar a la esposa del más pequeño de los mexicanos de los hechos.

Estas dos reacciones lo de-muestran: el Gobierno Usurpador está metido en graves problemas ético–políticos y ante la evidencia, prefieren actuar desde las carreteras informacionales de la sombra. Cuando en lugar de comentar y cuestionar los conflictos públicos que implican a la banda del automóvil gris, los voceros dedican sus columnas a temas de tercer orden noticioso, es que tienen lineamientos precisos del guionista: enfriar el tema, nadar de muertitos mientras el fuego se desvía –o apaga por olvido–. Lo inhumano es que, en medio de la verdad que buscan diluir, y enterrar, está la vida rota de más de cuarenta niños y familias mexicanas.

El fascismo comunicativo los acompaña:

"Saben lo que están haciendo, y sin embargo, lo están haciendo".

Exterminio

La República de la Televisión levanta su oscuro vuelo programático con hélices de perversidad. El guionista tiene mente holocausto, por eso los agentes del caos disparan, a quema ropa, a domicilio y por todos los medios, ficciones de terror y degradación humana. La cabeza del guionista es un horno de gas crematorio: es exterminio. Pronto intentará desenchufar la mayor cantidad posible de televidentes: los convencerá votar en blanco, los desaparecerá volviéndolos transparentes, mudos desiertos.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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