lunes, agosto 10, 2015

Ejercicio creativo: la dictadura post-perfecta

Para entender lo inentendible o crear lo no creado, la mente se ubica en posiciones que habitualmente no está. Y a continuación, tarán, una clave bíblica: el mayor triunfo del diablo, es hacer creer al humano que no existe. Su invisibilidad es su campo libre de acción. Por sobrevivencia, una dictadura o régimen totalitario tiene que hacer creer a su población que no es dictadura ni régimen totalitario. Símbolos depositado en el imaginario a los uniformes, los carros oficiales y lo masculino. Entonces, saltemos la mente a lo no habitual, piensa tres posibilidades para crear una dictadura perfecta sin utilizar los símbolos ya mencionados; primera, segunda, tercera, las dos primeras generalmente nos las dicta el sentido común, la tercera lo no común. Entonces en esa posibilidad, diseña una dictadura basada en la operación de agentes sin uniforme, sin carros oficiales y sin ser todos hombres. Que nos da, o un guión bien perro, o lo que está sucediendo: mujeres escudo o fachada para completar el arquetipo de vulnerabilidad económica de tus actores, niñas, vagos que dotas de recursos, quizá un salario mínimo y algunos objetos materiales, celulares y gadgets electrónicos para que estén participando de manera constante en la observación y en las trampas posibles; autos viejos, muy viejos, sin placas articulados para no dejar dormir a la población, para infectarlos con el caos sonoro amparados en que prestan servicios básicos para la existencia humana (agua, gas, comida y postre al 6-83-51-51) y para que no tengan ningún remordimiento de lo que hacen, porque saben lo que están haciendo, utilizar algunos extranjeros, quizá estadounidenses que den el gatazo de mexicanos y algunas casas de seguridad que simulen ser vecinos, prendiendo y apagando alarmas. Y ya tenemos una dictadura post perfecta, o una película chingona.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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