lunes, agosto 22, 2011
En la Moreira
La intervención va
La confirmación, por conducto de The New York Times, de que grupos de tarea del Pentágono, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de otras dependencias del área de seguridad estadunidense –junto con mercenarios subcontratados bajo el disfraz de
contratistas privados– operan directamente en territorio nacional al margen de la Constitución Política Mexicana ha convertido al país en la república bananera más grande de Centroamérica.
Según la versión del 7 de agosto en el rotativo neoyorquino, un equipo de 24 agentes de la CIA, la DEA y militares jubilados
del Comando Norte del Pentágono estarían dirigiendo labores de inteligencia (y de espionaje político sobre determinados objetivos, incluidas las misiones diplomáticas acreditadas en México) desde un centro de fusión
binacional instalado en una base militar en la región norte del país, que el diario no identificó, pero que podría estar ubicada en la sede del 22 batallón de infantería de la séptima zona militar en Escobedo, Nuevo León.
Similar a los que Estados Unidos instaló en Colombia, Afganistán e Irak para vigilar y atacar a grupos insurgentes, el nuevo puesto de inteligencia –que se suma a tres similares ubicados en Reforma 265 (Distrito Federal), Tijuana y Ciudad Juárez– opera con tecnología de punta que permite interceptar comunicaciones confidenciales y codificadas, bajo estricto control de personal estadunidense. La información complementará la que recaban por todo el territorio nacional un millar y medio de agentes estadunidenses, y la suministrada por aviones espías no tripulados (drones) que sobrevuelan el espacio aéreo mexicano.
El reportaje destacaba, además, que Washington planea insertar un equipo de contratistas privados
de seguridad estadunidenses (ex agentes de la CIA, la DEA y de las fuerzas especiales del Pentágono) para que brinden capacitación
dentro de una unidad policiaca antinarcóticos mexicana especializada, no identificada.
La subcontratación de los llamados perros de guerra
por el Pentágono y el Departamento de Estado, para que realicen tareas de espionaje y otras propias de la guerra sucia, comenzó en México antes de la firma de la carta de intención secreta (septiembre de 2007) que oficializó la Iniciativa Mérida.
Como se reveló en febrero de ese año, la empresa Verint Technology Inc instaló un sofisticado centro de intercepción de comunicaciones en la sede de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Después se supo que la empresa SY Coleman Corporation, con sede en Arlington, Virginia, estaba reclutando mercenarios para ocupar puestos de vigilancia aérea en Veracruz, para proteger instalaciones de Pemex. Ambas informaciones fueron puestas bajo reserva por razones de seguridad nacional. Con posterioridad, diversas informaciones dieron cuenta de la presencia en México de la firma Blackwater (o Xe Services), una de las favoritas del Pentágono para la mercenarización de conflictos.
El 17 de agosto, en Ciudad Juárez, William Brownsfield, secretario asistente para la Oficina de Narcóticos y Procuraduría de Justicia Internacional de Estados Unidos, declaró que su gobierno capacitará y equipará policías municipales, estatales y federales mexicanos, dentro de la nueva estrategia
de la Iniciativa Mérida. Según Brownfield, los policías mexicanos serán entrenados en el territorio nacional por agentes del condado Webb, en Texas.
La nueva etapa
de la Iniciativa Mérida coincidirá con la llegada al país del embajador estadunidense Earl Anthony Wayne. El relevista de Carlos Pascual es un diplomático de carrera pragmático, experto en terrorismo, contrainsurgencia y energía. Su misión más reciente fue en Kabul, Afganistán, país al que la comunidad de inteligencia y el Pentágono en Washington identificaron en enero-febrero de 2009, junto con México, como un Estado fallido a punto de colapsar, situación que justificaba
la intervención militar estadunidense.
En mayo siguiente, en Washington DC, generales del Pentágono revelaron a un grupo de empresarios y líderes políticos de Florida que soldados del Grupo Séptimo de Fuerzas Especiales (boinas verdes) venían actuando en México desde 2006, bajo la cobertura de misiones antinarcóticos.
Wayne se apoyará en el segundo hombre de la embajada, John Feeley, el ex marine que sobrevivió al affaire Calderón-Pascual, pese a haber sido exhibido por las filtraciones de Wikileaks publicadas en La Jornada. Otra pieza clave en la transición
será el ex militar Keith W. Mines, quien estuvo en Irak y fungió luego como director de la Sección Antinarcóticos de la misión diplomática en México.
Mines monitoreará la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial Puebla-Iniciativa Mérida, que se construye en Amozoc, y que ha sido publicitada como la primera del mundo en su tipo
. Según Ardelio Vargas Fosado, actual secretario de seguridad pública en Puebla y viejo amigo de Washington, la academia
alojará al consejo de coordinación regional de las policías municipales y estatales, y servirá para el intercambio de información policial preventiva, reactiva y proactiva. ¿Será la sede antinarcóticos a la que llegarán los mercenarios que, según The New York Times, capacitarán
a policías mexicanos?
En el contexto de la Iniciativa Mérida, los asesores de inteligencia
estadunidenses recolectan información estratégica en tiempo real, guían y participan de manera encubierta en operaciones tácticas, entrenan a oficiales locales en áreas de análisis, interrogatorio e inteligencia técnica. Debido a la asimetría de poder que existe en la colaboración bilateral
en materia de seguridad entre Estados Unidos y México, sumada a la debilidad institucional mexicana y al acendrado cipayismo de Felipe Calderón, la situación derivará en lo que ya John Saxe-Fernández advirtió en estas páginas, a saber, la transición de nación soberana a protectorado bajo la Homeland Security
.
Publicado en La Jornada.
Risas intervencionistas grabadas:
Felipe Calderón, gerente del protectorado gringo en lo que antes se llamó México, al recibir a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
"Me atacaré con todo" dijo la metáfora del 0.56 por ciento
Felipe Calderón Hinojosa, gerente general del protectorado gringo, antes llamado México, en el inicio del Ciclo Escolar 2010-2011.
¿Y quiénes son los delincuentes del 0.56 por ciento?
Alejandro Poiré, secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional.
Los santos contra los monarcas
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F. (apro).- Al minuto 40 del primer tiempo del juego entre Santos Laguna contra los Monarcas, el relato televisivo decía: “algo pasó… la gente está saltando hacia la cancha… se escuchan disparos… al menos 8 detonaciones… estoy escuchando cinco más”.
TV Azteca suspendió su señal. El canal restringido ESPN continuó transmitiendo con imágenes del pánico en las gradas: gente corriendo, ráfagas de metralleta se escuchaban, futbolistas acudieron a salvar a su familia, entre el público.
Se especulaba si hubo heridos o no. Cerraron el estadio. La Federación Mexicana de Futbol fue la primera en dar el primer comunicado con un guión que siguieron las autoridades locales y la Presidencia de la República: “Fue una situación fuera del estadio, pero afectó el futbol. El valor familiar del futbol mexicano es un baluarte que hay que cuidar: De Maria”.
Ante la abrupta falta de información en la televisión abierta, las redes sociales, en especial Twitter, convirtió el suceso en un trending topic y comenzó a divulgarse en las páginas online de periódicos extranjeros como El País español, El Mercurio chileno que tituló: “terror en México: tiroteo en alrededores de estadio obliga a suspender partido”. Y las agencias televisivas como CNN y BBC divulgaron los sucesos.
Varias horas de silencio oficial provocaron una airada reacción entre twitteros. Las críticas se repartieron contra TV Azteca, por suspender la transmisión, contra la cuenta @FelipeCalderón y contra los hermanos Moreira, el gobernador actual de Coahuila y Humberto, el dirigente nacional del PRI.
“Ya estamos hasta la madre de que se oculte la verdad #TV Azteca”, escribió la cuenta @SubVoltaire. La cuenta @GuatiRojo sintetizó: “¿Qué puede indignar más? El corte en transmisión de #TV Azteca o los balazos per se?”. Mientras decenas retwittearon imágenes subidas por aficionados y asistentes al estadio que mostraban impactos de bala dentro del estadio, en contra de la versión oficial que comenzaba a difundirse.
“TV Azteca tiene el binomio controversial del día: #LaTeniente y #La Parcialidad-futbol”, escribió la cuenta @CarlosGarba. Incluso, hubo algunos como @UdG_política (Mireya Franco) salió en defensa de la televisora con estas expresiones: “Inmediatamente los malnacidos abusan de su libertad de expresión. Un acto de responsabilidad televisiva es tergiversado”.
El cómico Eugenio Derbez la hizo de vocero oficioso en su cuenta y quiso bromear: “Acabo de hablar con el Perro Bermúdez y dice que lo del estadio de Torreón NO fue una balacera… fue un TIRITITITO nada más”. La ola de críticas obligó a @EugenioDerbez a borrar el mensaje. Hasta al otro cómico de Televisa, Facundo, le tocó la ira en redes sociales por un mensaje fallido."
Link a Proceso.
Contra(comunicado):
Vistas a la página totales
Huracán: La política secreta neoliberal
Huracán: "Ayotzinapa. El motivo"
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