miércoles, noviembre 01, 2006

Ulises y el PRI

El PRI es un tronco infestado de termitas que en cualquier momento va a despedazarse y por eso necesitan ponerse en oferta en el mercado de la negociación política. Y negociar es común, lo que no es común es negociar "lo que sea": los edificios, las estatuas, los principios y los votos. Y la legitimación de Felipe Calderón es el negocio político más redituable del momento. Y aquí entraba Ulises Ruiz. A cambio de la legitimación de Calderón, el PRI pedía la permanencia del cacique mitómano como gobernador. El PRI buscaba una carambola de dos bandas: su sobrevivencia política al legitimar al presidente espurio, y su sobrevivencia financiera, al mantener a Ulises como gobernador --y disponer del erario público oaxaqueño como caja de financiamiento electoral--.

Hoy, el PRI, supuestamente le ha retirado su apoyo al gobernador Ulises Ruiz. Quién declaró que no renunciaría, y que despacharía en la casa de gobierno hasta el final de su sexenio. Ulises, practicante del cinismo y la mentira, los desafía a todos: la presidencia de la república, el senado y el congreso, la APPO, la opinión pública, la prensa y las ONGs. Entonces, ¿para qué mandaron a la PFP? ¿Solo para desalojar y reprimir a una de las partes?, ¿Y el gobernador que?

¿El PRI entregaría a Ulises a cambio de nada?, ¿En Gobernación creyeron que Ulises renunciaría? ¿Quién será el que enfrente y presione la renuncia del cacique? El PRI, no. El gobierno federal tampoco. A la APPO la tienen en retirada y acorralada. Los medios, ya ni hablar de ellos. Los caciques nunca entregan a otro cacique al persecutor al menos de que haya intereses de por medio. Y si lo entregan, Ulises, no se irá limpio, y el PRI, no recibirá poco. El cacique siempre esconde algún secreto en la bolsa del pantalón (para seguir amenazando). Ulises tiene varios, y el PRI, muchos.

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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