jueves, febrero 11, 2010

Explosión cínica en Juárez

Felipe Calderón fue a Ciudad Juárez a escribir otro capítulo fantástico de la larga y oscura telenovela de su (des)gobierno. Con una cápsula de cinismo debajo de la lengua, habló delante de las cúpulas de la sociedad juarense sobre el papel de los 'valores humanos' en el mantenimiento de la paz social, cuando fue él quien (para legitimar lo que se robó) le declaró, unilateralmente, 'la guerra al narco', que ya tiene facturadas más de 16,000 muertes. Por lo tanto, Felipe Calderón es el responsable único del caos que perturba a los juarenses y a los mexicanos.

No es gratuito que Luz María Dávila, madre de 'Marcos', uno de los jóvenes asesinados por un comando de paramilitares hace 12 días en la ciudad fronteriza, le gritó en la cara al michoacano: ¡Usted no es bienvenido a Ciudad Juárez!, ¡No le puedo dar la mano! La ausencia de una pisca de realidad en su discurso es suficiente para que renuncie y deje en paz al pueblo que lo rechazó en las urnas y lo rechaza en su ilegítimo accionar como Presidente (Pirata) de México. Ni un minuto más. Ni un muerto más. Por la dignidad de nuestro pueblo milenario: que renuncie ahora el más pequeño de los mexicanos.
Principios políticos

Alarma en el Imperio

Los propagandistas se están dando tiros entre ellos. Hoy en Fórmula de la tarde, Ciro Gómez Leyva le reclamó a Carlos Marín: –'tomar café' con los políticos no es 'reportear', es creerle a priori a los políticos–. Marín, sorprendido por el arañazo público de su comparsa le contestó esquivo: –es una forma de obtener información Ciro– aceptando que ese grillero método es su 'modus operandi'. Cuando la tropa comunicativa muestra nerviosismo, división y caos, es que los altos mandos del Imperio ya no están imponiendo un orden comunicativo. La mentira es duradera pero no infinita. La ruptura se dará por dentro: será imposible que los voceros soporten de pie el caudal del inconsciente colectivo. Es la hora de la historia: es el 2010.

La verdad

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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