lunes, octubre 05, 2009

La coerción

El poder coercitivo, el poder político, el poder económico y el poder simbólico o cultural son los principales poderes de La República de la Televisión, juntos son el grupo de instituciones implicadas en la coordinación y la regulación de la sociedad. Cuando un Estado Televisivo no cuenta con la legitimidad necesaria para gobernar, extrema el poder coercitivo para mantener los otros poderes a través de la fuerza. Existe una relación clara entre la coerción y el hecho de infligir heridas o matar: el uso de la fuerza física conlleva el riesgo de excederse y destruir al oponente: el ciudadano.

Para que la coerción funcione, se debe controlar o incidir en la opinión pública a través del poder cultural o poder simbólico definido por J.B Thompson como "la actividad productiva, transmisora y receptora de formas simbólicas significativas". Al controlar los medios, el Estado Televisivo nos bombardea en lo público y lo privado con "sus" imágenes, "sus" consignas y "su" espectáculo para obtener la aceptación sumisa del Estado autoritario y el Estado policiaco. Que los porcinos no te cubran la boca, es hora de comunicarlo: no al monopolio ilegítimo del poder.

El canto íntimo de los voceros:

"Que chinguen a su madre los sindicatos, y la bola de huevones que los dirigen, ¡trabajen cabrones!, ¡tra-ba-jen! Y ojalá y sus jubilados se mueran en el silencio porque son muchos y tanta gente sin producir estorba. Y ya saben, si cierran las calles o protestan los liquidaremos, los limpiaremos y en polvo se transformarán."

La Nebulosa Social

El Estado Coercitivo es la amenaza constante de utilizar la violencia física y psicológica para condicionar el comportamiento de los televidentes. Es perseguidor, anónimo, público y celular. Es la cancelación de la libertad. El Estado Coercitivo está en todas partes y en ninguna: grabando, digitalizando y olfateando. El estado coercitivo lo sabe todo y lo que no lo investiga en este momento. La coerción es el seguimiento, el dato acumulado, la marcación, la escucha y el registro de los alientos. Es la espiral del control remoto, la niebla de las frecuencias hertzianas. El Estado coercitivo es el Estado Nebulosa: la prisión dentro de la apariencia de la libertad.

En el teatro negro de la coerción, el televidente está reprimido y para fantasear que es libre se alimenta de secretos: espiar dentro de lo espiado dentro de lo espiado. En el teatro negro de la coerción el espectador sabe más de la obra que el director. Oh guionista, tu especialidad es el conflicto, tu método para escalarlo es mirar a los ojos del televidente sin cesar. Marcarlo, hipnotizarlo, cazarlo. Seguir al iris, con el iris, tras el iris. Pegar pegar pegar. En el teatro negro de la coerción, antes que guionista se tiene que ser militar.

Cámara y grabación

¿Cuál libertad?

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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