Periodismo sin memoria

Un periodista sin memoria es un periodista desvinculado con el acontecer histórico, político, económico y social en el que acontece su trabajo. Un periodista sin memoria está (des)conectado de la realidad: reproduce "la realidad". En Tijuana periodistas sin memoria abundan en tesis sobre "el problema y solución" a la violencia y ninguno recuerda que el estado de excepción que vive la ciudad fronteriza es derivado, primero, del fraude electoral, segundo, de la "vibrante" corrupción de las sucesivas administraciones panistas, y tercero, de los compromisos políticos que los principales directivos de los diarios locales tienen con las cúpulas de poder.

1.- Fraude.
Periodista que no tenga en cuenta que un Estado que no tiene la legitimidad del pueblo solo puede sostenerse en el "gobierno" a partir de la coerción, de los escenarios del "caos", de la militarización y de la infiltración de los espacios de libertad, no tiene cuenta verídica de "lo que sucede". Anabel Hernández en Reporte Îndigo ha documentado que el aumento de la inseguridad y la violencia en México es resultado (desde el punto de vista policiaco) del "error" programado, de la inteligencia destruida y los curriculums criminales de Genaro García Luna y sus colaboradores. Y socialmente no hay lugar a duda: la inseguridad y la violencia son resultado de la política económica neoliberal que –ha fracasado en todo el mundo– y en México tiene sumidos en la pobreza a más de sesenta millones de mexicanos. Y de eso, los periodistas sin memoria "no recuerdan nada".

2.-Corrupcion
La vibrante corrupción del panismo es incluso "nota" a nivel nacional. El general Sergio Aponte Polito se lo comunicó a los mexicanos: en la penitenciaria del Estado –en Tijuana– se están llevando acabo jugosos negocios y graves delitos por las autoridades del penal y funcionarios estatales. Después de lo señalado, el general Aponte Polito fue "retirado" de su puesto por cabildeo directo del Gobernador del Estado con el Presidente Usurpador. Semanas después se "incendió" la Penitenciaria donde, al menos, murieron 20 personas –20 humanos– y al día de hoy no ha sido despedido el Secretario de Seguridad Pública. Una repercusión del vicio político de Calderón por sostener a Juan Camilo Mouriño "un delincuente confeso" como Secretario de Gobernación. Sobre la corrupción los periodistas sin memoria preguntan sobre los efectos de la temperatura en el "clima" del desierto

3.-Compromisos políticos periodísticos empresariales propagandísticos:
Desde la campaña del 2006, periodistas y mandos administrativos del diario Frontera alardeaban su "cercanía" con el candidato panista a la presidencia de la República: Felipe Calderón Hinojosa. Incluso –semanas después del fraude– se decía que uno de los miembros de la familia Healy sería nombrado "colaborador cercano" del presidente (risas grabadas por lo de "presidente"). Durante la campaña, su "trabajo" periodístico fue sesgado, torcido y sucio con la intención de favorecer al "amigo" Felipe. Por eso no resultó extraño que en los tiempos de la usurpación el diario asumiera como política editorial la teoría del shock, y sin ética ni responsabilidad social diseminó el miedo y la violencia subterránea en sus portadas, y el tremendismo en sus crónicas y notas. Se convirtió en el medio local de la dictadura del "miedo". Hoy su periódico ha quedado reducido a una versión tabloide del Alarma, igualito que el "gobierno" del amigo Felipe Calderón y el virrey Mouriño.

Aquí las palabras certeras del periodista Miguel Ángel Granados Chapa sobre los poderes fácticos: