Percepción(es)

Los voceros de La República de la Televisión tienen la encomienda lingüística de llamar una y otra vez 'criminales' a los que antes llamó 'narcos', por el mismo motivo que antes llamó un 'peligro para México' a Andrés Manuel López Obrador: la batalla mediática por la percepción pública. La guerra del odio hertziano que preparó el terreno a la carnicería, primero, electoral, y luego humana. Según la Real Academia de la Lengua, 'criminal' es el que comete un crimen: delito grave, acción indebida o reprensible; o acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.

El fraude electoral del 2006, no se puede explicar sin la participación de las casas encuestadoras al servicio del poder (Parametría, Mitofsky, GEA-ISA, María de las Heras) que instalaron a la mala, con mentiras y trucos de percepción, el supuesto crecimiento de la candidatura de Felipe Calderón Hinojosa. Una acción indebida o reprensible (un crimen), es engañar a la nación para imponer el escenario mediático ideal para cometer un fraude. Y más gordo el pez: de ese fraude devino una guerra que tiene como saldo más de 50 mil mexicanos muertos. Pido desde aquí la liberación de los empleados de las casas encuestadoras secuestrados en Michoacán, y también que se aplique la justicia perceptiva a esos traidores a la matemática, al número y a los mexicanos.