El secuestro del secuestrador

Racista, clacista, cínico, prepotente y puro insignia de la impunidad y la corrupción política en México, Diego Fernández de Cevallos fue secuestrado o 'levantado' dentro de su Rancho en Querétaro ¿Y quién es Diego? El co(jefe) de una banda que, organizada, se ha robado –entre otras cosas–, dos elecciones presidenciales. La terrible paradoja: el cómplice de Carlos Salinas para secuestrar al Estado, ha sido secuestrado. Desde aquí pedimos por su vida y pronta liberación. Si Diego ha de ser juzgado por sus abusos, que sea ante la justicia y ante la opinión pública. En un tribunal libre, no en un paredón o arrancándole la cabellera a tijerazos (como al parecer hicieron sus captores).

El lado oscuro, lo peor de todo, es que, siguiendo al "Jefe" Diego, fueron miles los panistas en todo el país que han litigado, con información de Estado, en contra del Estado. La depredación pública de México es la más grande influencia política del Jefe Diego. La irresponsable riqueza de la clase política panista es la herencia del hacendado de Querétaro. Abundan los despachos jurídicos de politiquetes que se han enriquecido a manos sueltas, a manos llenas, siguiendo el ejemplo catástrofe del Jefe. Esa es la banda organizada que tiene que ser (des)articulada para que haya justicia en nuestro país. Sin rodeos.

Ultraconservador, ultracatólico y ultraulcerante, el "jefe" Diego es (co)responsable del desastre político, económico y social de México. Es la punta diamante de la clase política corrupta que ha convertido a la función pública en agencia de contratos privados. Diego, la sombra de Maximiliano fue el "padrino" jurídico del fraude electoral del 2006; el lanzallamas de la guerra sucia, y en 1994, el más rudo de los discursos en contra del 'zapatismo'. Ese es (fue) (¿será?) Diego. El rudo. El siempre rudo 'Diego', la mano derecha del 'cursi' Carlos.

Y mientras en México el 'levantón' tiene a la clase política nacional colapsada, desde España (lejos de las 'tijeras' cortacabelleras), Felipe Calderón dice: "en Colombia, el crimen organizado asesinó a un candidato a la presidencia; secuestró a la Suprema Corte de Justicia y asaltó el congreso." Es decir, todo lo que hizo Diego y Charly de 1988 al 2010; el Rudo y el Cursi de la política son los (co)responsables de la farsa electoral y de las fatídicas consecuencias de las políticas económicas neoliberales. No nos engañemos. Por eso la gravedad de los sucedido. Y una prueba más: México, de Estado Fallido, pasó a ser Estado (des)fallecido.

Edgardo Buscaglia, especialista en crimen organizado de la ONU, lo anticipó hace años y lo dijo una y otra vez en entrevistas con Carmen Aristegui: "hasta que la violencia llegue a los élites políticas, el Gobierno (sic) se tomará en serio el combate contra el crimen organizado". Y ya llegó. Buscaglia lo ha dicho claramente: "la lucha contra el narco de Felipe Calderón es una farsa". Porque –dice el especialista– es una farsa combatir al "narco" sin tocar las estructuras económicas que lo sostienen. Y Calderón no ha tocado una de las estructuras económicas del narco, y ya van más de 22,000 mexicanos muertos. Hoy Buscaglia con Aristegui, en MVS, fue contundente: "La responsabilidad histórica de la violencia que enfrenta México es del Presidente (sic) Calderón."

Han secuestrado al 'Jefe' Diego y no es cualquier movimiento. Es el Secretario (clandestino) de Gobernación. Es la ficha 'Reyna' en el tablero del ajedrez político de Charly. Es la 'barba remojada' detrás de la impartición de la (torcida) justicia mexicana. Diego sabe lo que está detrás del lado oscuro de la luna: fue el principal cómplice de Carlos Salinas de Gortari en el fraude electoral de 1988; es memoria de las privatizaciones rampantes del Salinismo; testigo clave de los magnicidios políticos de 1994 y, de sus últimas afrentas, el fraude televisivo del 2006.

Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas de Gortari son las mentes complementarias de la (dicta)dura salvaje neoliberal. Son la pareja perfecta, Diego y Charly, los 'dos amigos', el "Rudo" y el "Cursi" de la política oscura de México. Y hoy, Diego, desafortunadamente para su familia y amigos, se encuentra 'secuestrado' como el resto de los mexicanos hemos sido secuestrados por el neoliberalismo desde hace décadas. Esperamos pronto sea liberado Diego con vida y los mexicanos pronto estemos libres del neoliberalismo. Y que con 'vida', el 'jefe' Diego asuma su responsabilidad histórica en el desastre que vivimos, en gran parte, gracias a los caprichos de un hacendado. Gracias a la sombra de Maximiliano.