Ese es el problema en Los Pinos. Viven en una casa de cristal de la que no salen. Sus reuniones sociales son entre ellos, sus excesos son entre ellos y su vida gira sólo en torno a ellos. Se hablan uno con otros y se convencen de que lo que hacen y cómo lo hacen es el camino correcto. Se comportan como pequeños déspotas, sin conocimiento, oficio y humildad. Su líder es el Presidente, que los anima, protege y les permite que lo aíslen. Siguen sin darse cuenta que en el mundo real, al que regresarán dentro de tres años, se están hundiendo. Con un agravante: cada vez dejan más agraviados y heridos en el camino."
Raymundo Riva Palacio en Eje central.
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