El vestido roto

Insólito. Inédito. Terremoto. Desde la (ex)máxima tribuna del país, el priísmo le jaloneó la vestidura rota al Gobierno Usurpador: "Hay un presidente de México que más que conocer los asuntos de la seguridad nacional buscó una estrategia: legitimarse en el poder porque no se legitimó en las urnas. No se confundan compañeros, ese es el cáncer de México", dijo en la tribuna David Penchyna, diputado priísta.

Y como entre gitanos sí se leen la mano, Javier Corral, diputado del PAN le respondió:

"Nosotros no vamos a seguir cayendo en el garlito de la trampa priísta que ofrece colaboración en el discurso y son capaces de venir a vituperar al Presidente de la República tres años después. ¿Por qué no dijo el PRI hace tres años lo que dijo Penchyna hoy sobre la legitimidad de Calderón? ¿Quiere tratar el PRI ese tema en serio? Qué valor le surgió a Penchyna tres años después de la elección de 2006, valor tardío, dignidad retrasada en torno del tema electoral. No tiene cara para venir a reprocharle a Calderón su legitimidad cuando fue el PRI el que reconoció, junto con las autoridades electorales, el triunfo legítimo y legal de Felipe Calderón."

Oficial: en las primeras horas del mes de febrero del 2010, el PRI aceptó el fraude electoral que legitimó en el 2006, y le terminó de romper el vestido de la simulación al Gobierno Usurpador. El diputado Penchyna se dio en la espalda un latigazo público: Felipe Calderón no ganó las elecciones; el PAN no respetó el mandato de las urnas. Es decir, 'la banda del automóvil gris' tiene tres años habitando de prestado en Los Pinos, actuando lo que no son: un gobierno democrático.