El periodismo de ficheras

Al pasar la dictadura hertziana, cuando la mentira salga del aire para siempre, el caso Juanito se convertirá en suceso comunicativo, en falla final de la política del espectáculo y en basamento para construir un nuevo periodismo en México. La crisis de La República de la Televisión llegó al límite negativo: el periodismo de consigna está agotado. Es tan evidente, que es verdad irrefutable: los voceros republicanos televisivos nunca han cumplido su función de "medio" entre el poder y la sociedad, siempre han sido "parte".

Los voceros son el cincuenta por ciento del periodismo de ficción, los coprotagonistas de la película decadente del "periodismo de ficheras" y su ética de silicona.

La función social del medio es producir información veraz y crítica para que el ciudadano haga un seguimiento acucioso del pensamiento y el accionar ético- público de los Administradores del Estado. Sin la labor social del medio, la espiral social se desorganiza hasta que llega a la parálisis, la ruptura o la saturación. Sin información crítica no hay posibilidad de establecer un juicio propio para decidir y opinar sobre el devenir político-social. Sin la labor social del medio, la democracia es ilusión negativa: juego de sombras o de ciegos.

El comunicólogo del futuro pondrá el colmillo en lo que nunca se debe repetir: la utilización de los medios para destruir, deliberadamente, la certeza y el orden psicológico y social de México.

El caso Juanito marca el fin de la era del periodismo cínico.