viernes, octubre 30, 2009

Proceso

El negocio de Calderón

JOSé GIL OLMOS

MEXICO, D.F., 28 de octubre (apro).- Si nos atenemos a los hechos y a las últimas informaciones, la extinción de la Compañía Luz y Fuerza del Centro es parte de un plan de Felipe Calderón encaminado a iniciar un enorme negocio con la concesión del servicio de trasmisión de datos mediante la fibra óptica, el cual resulta muy atractivo para cualquier empresario nacional o extranjero.

Los argumentos con los que decretó la desaparición de ésta empresa asegurando que era un foco de corrupción y una pérdida económica, se han ido difuminando con el paso de las semanas.

Al mismo tiempo, han salido a la luz pública las intenciones del gobierno de Calderón de licitar la banda de 1.7Ghz, fundamental para el futuro del triple play a través de la telefonía móvil y de la red de cables que manejaba Luz y Fuerza. Igualmente se ha conocido la cláusula en la ley de presupuesto para la exención del pago de derechos por dos años a quienes se interesen en invertir en este nuevo negocio, lo que implicaría, según el diputado del PAN, Javier Corral, que no entraran a las arcas públicas 5 mil 600 millones de pesos.

Dicen los viejos conocedores del sistema que en política no hay casualidades. Parece que este dicho se comprueba si vemos que la decisión de extinguir a Luz y Fuerza del Centro era para Calderón un requisito indispensable para echar a caminar este nuevo negocio, lo mismo que hacer a un lado al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

La compañía y el Sindicato eran un estorbo en los planes empresariales del gobierno federal. Impedían que se vendiera y se explotara este negocio de comercializar el servicio de trasmisión de datos (teléfono, internet, televisión) aprovechando la red de cableado de luz, en la cual ya hay empresas interesadas como Televisa.

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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