Revista Hiper Textos

En busca de la realidad: Fractales de sentido en tiempos de Matrix
Edgar Gómez Cruz.

¿Es ésta una realidad o simplemente una mala (o buena según se vea) copia de ella? Si ésta es la única a la que tenemos acceso, ¿entonces sería nuestra realidad absoluta, más allá del hecho de que exista o pueda existir otra?. Ahora bien independientemente de los problemas que pueda plantear la película en el aspecto filosófico y las preguntas que ello genera (¿Por qué si todos aportamos igual cantidad de energía, unos son guapos y exitosos dentro del programa y otros no? Ni siquiera en el software somos iguales), lo interesante del film es que lleva al límite una cuestión que hemos venido experimentando cada vez más: la mediatización del mundo, es decir, la percepción, entendimiento y experiencia del mundo (podríamos decir de la realidad) a través de medios (de información, de comunicación, etc.).

La realidad.


La realidad de la caverna.

Platón, en su famosa alegoría de la caverna, propone que la “realidad” a la que estamos expuestos es sólo una referencia de la realidad a la que no tenemos acceso y que es la de las ideas. Somos partícipes de un mero juego de sombras que vemos reflejadas en el fondo de una caverna [...] El éxito del Big Brother y de los reality shows en general es precisamente que difuminan la barrera que existe entre lo real y lo mediado al difundir un mensaje construido, limitado y preproducido como si fuera un hecho natural, es decir, presenta a lo virtual como real y funciona precisamente por el hecho de que las personas creen que esta realidad podría estar desarrollándose en la casa de su vecino o en su vida misma y no en un estudio de televisión.

Mundo ideal


"En el Internet, por ejemplo, la realidad muchas veces es construida por las personas, es decir, existe una democratización del conocimiento (en el sentido amplio), un “empoderamiento” del sentido social. La comunicación encuentra sus cauces previos, rompe con las “presas” construidas por el poder para su acumulación con su desbalance y regresa de alguna forma a su estado “comunitario”, previo a la creación de las metrópolis y los medios masivos [...] Debemos inventar nuevas ecuaciones comunicativas que generen fractales con imágenes nunca antes vistas. De este modo estaríamos, desde la caverna, cambiando el mundo de las ideas, modificando a Matrix desde su código de programación.