viernes, octubre 10, 2008

Un golpe de Estado

"Se empieza un sexenio como debe ser, con "mano dura", con "el pie derecho..."
Vocera de la República de la Televisión

El cerebro republicano está moviendo las fichas "agresivamente". Sabe que el "efecto psicológico" de una crisis económica genera miedo y pánico en la sociedad. La (para)liza. En el tiempo del caos, la "crisis" es nuestra memoria: "cuando la crisis del 94", "Cuando la del 82" -aluden al recuento de las pérdidas los mexicanos-. "La crisis" ha sido la cárcel mental, social, política, económica y cultural de los crecidos bajo el sistema neoliberal. "La crisis" es el antifaz de los animales de carga, el que no les "permite ver" hacia otro lado que no sea el camino (pre)determinado. "La crisis" es la enfermedad crónica que tiene ahogándose en "un bache con agua" a la cultura mexicana. "La crisis" es la frustración, pero -ojo "cerebro"-, "la crisis" también es "resistencia": ya no queremos vivir así, "en crísis", en el límite de "ser" o "no ser" asesinados por Wall Street y sus matones los banqueros.

El gobierno de facto, ante su deliberada (in)capacidad, y después de hacerse los sordos y los ciegos, ahora dicen que "¡chin!", siempre sí habrá crisis y que la culpa la tiene el "mercado", que la culpa la tienen "otros" y nunca "ellos". No es una actitud realista, es un capricho ante su ineficacia. Cuando "la culpa" la trasladan al exterior, rechazan su responsabilidad en las medidas ausentes. Es un guión descrito por Norbert Bilbeny, en La revolución en la ética "el marco mismo de la política va dejando de ser el Estado Nacional y su apoyo ante una coerción directa -ejército y policía nacionales-, y se abre paso el orden político internacional que opta, preferentemente, por la coerción indirecta de, por ejemplo , el estrangulamiento económico o el lavado mediático de los cerebros".

Por tro lado, " el cerebro" televisivo encendió "estratégicamente" el conflicto con los maestros de Morelos. Son las imágenes de coerción "necesarias" para escribir el prólogo de la disputa por el petróleo entre la ciudadanía y el gobierno de facto. "Los maestros de Morelos lo que quieren es poder heredar las plazas a sus familiares" es la consigna denigratoria que repite el lujoso ejército parlante: Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín, Joaquín López Dóriga, Chespirito, etc.; todos a favor de la represión de los mexicanos, todos a favor de la criminalización de la protesta pública, todos a favor del "gobierno". Todos Voceros de la República de la Televisión.

El capitalismo del desastre es el decálogo del "cerebro" televisivo. El climax de "la historia" lo demuestra: "la crisis" es su pieza maestra, su creación más maléfica. Ya hizo fraude, ya pasó las reformas en contra de las pensiones, ya criminalizó la protesta, ya monopolizó los medios masivos de comunicación, ya provocó desastres naturales, y ahora, -fumándose un puro en "la loma"-, está a punto de "reventarle" los bolsillos a la clase media y de hacer "más pobres" a los pobres. Es un movimiento "coercitivo" económico: es mandar incendiar la ciudad para observar el desastre "desde arriba". El (pre)texto de la violencia donde el Estado Coercitivo se mueve como "pez" en el agua.

El movimiento lopezobradorista no es de "líderes", es de multitudes, es la "muchedumbre" es "el pueblo". Ante la falta de legitimidad de Felipe Calderón, "el cerebro" sabe que le es imposible meter a la cárcel a Andrés Manuel López Obrador, -lo que en realidad desea-, pero en este momento sería tan o más estúpido que el "desafuero". Por lo tanto "la coerción" es oculta, subterránea; el gobierno usurpador pretende meternos a una "cárcel económica" que limite la "capacidad de organización" del pueblo, y que limite la capacidad de La Resistencia Civil Pacífica. la paradoja es que "después de la crisis", sigue o "lo peor", o "lo mejor". Y aquí "lo peor" sería "otro" golpe de Estado para privatizar Pemex, y "lo mejor" sería la restauración de la República (para la fundación de una Nueva República). En el fondo el escenario de "crisis" le puede resultar bastante peligroso al "cerebro" televisivo. La definición de "crisis" lo plantea:

"Crisis (del latín crisis, a su vez del griego κρίσις) es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. Si los cambios son profundos, súbitos y violentos, y sobre todo traen consecuencias trascendentales, van más allá de una crisis y se pueden denominar revolución."

Un sistema biológico, en el límite de sus "ciclos" se enfrenta a la pregunta: o (re)volución o muerte. Y en este conflicto la respuesta la dio el presidente del banco mundial: "el sistema no funciona". ¿Entonces por qué pretenden llevarse a todo el mundo a su fracaso?

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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