Y añadió:
“Las relaciones entre Pemex y los particulares se podrán regir no solamente por el derecho público, sino también por el derecho privado; las controversias se podrán ventilar ante tribunales extranjeros y con el derecho también extranjero; las empresas y los empresarios nacionales y extranjeros podrán ser propietarios de instalaciones, equipos, ductos y aun de refinerías; los contratos de desempeño son una suerte de contratos de riesgo prohibidos por la Constitución; no se propone autonomía de gestión, sino más bien régimen de excepción, es decir, se trata de configurar a Pemex como una corporación privada, alejada totalmente de los esquemas del derecho público mexicano."
Jaime Cárdenas sobre las leyes secundarias, las teorías de la interpretación constitucional, y el TLCAN:
Y sobre el TLCAN, expuso: “Se abandona la reserva que hizo el Estado en el TLCAN, esto es, no solamente serán inconstitucionales estas reformas, sino también serán contrarias a ese tratado; el Ejecutivo propone que las relaciones no sean de Estado a Estado en la aplicación de estos acuerdos, sino que sean de Estado a particulares, y propone en la reforma a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional que esas relaciones se ventilen por el derecho privado, y son privatizadoras porque los poderes Legislativo y Judicial tendrán menos competencias a favor de los intereses privados.
Y para cerrar su participación:“Las cinco iniciativas no proponen nada respecto de la corrupción en el sindicato petrolero, ni entre la alta burocracia con Pemex y contratistas; alientan la opacidad y favorecen la ausencia de controles.”
Primero, -dijo Cárdenas-, los que impulsaron Reformas similares fueron los Alamanistas, después Porfirio Díaz, y hoy, Felipe Calderón Hinojosa.
Así de claro.
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