miércoles, junio 03, 2015

Voto Nulo: Carta a Denise Dresser

"La verdadera diferencia entre su más reciente punto de vista y el mío, se centra en que para usted el voto nulo no beneficia a partido alguno. Yo sostengo que sí. Si observa el video de manera desapasionada, encontrará las razones que esgrimo: Los partidos mayores suelen tener: a) más militancia; b) más estructuras territoriales, y c) más operadores políticos y brigadas. O sea, más maquinaria.

La ecuación no es tan compleja. Si usted no niega que en algún porcentaje de los votos que se emiten en México, media la coacción, el acarreo, la entrega de despensas, etcétera, tendrá que estar de acuerdo con lo siguiente: Mientras más indecisos votemos nulo, más valor cobran los votos obtenidos con esas trampas (y con voto duro).

En contraste, mientras más indecisos distribuyamos libremente nuestro voto válido entre el abanico de partidos y candidatos, decrece el peso de esas maquinarias en el resultado electoral.

Por eso es que la promoción del voto nulo es tan perniciosa: Incentiva esas prácticas desaseadas que por desgracia no hemos erradicado en el país. Puede usted comprobarlo con evidencia empírica: ¿Quiénes son los partidos que ahora mismo –incluso en su propaganda– invitan a que no anulemos nuestro voto? Respuesta: Los partidos con menos maquinaria. ¿A qué cree que se deba?

Y una última súplica, doctora. El próximo 7 de junio, cuando acuda usted a la casilla y se encuentre en la soledad del cancel, crayón en mano, traiga por favor a su mente los razonamientos por los que hace cuatro meses pensó que el voto nulo beneficia a una maquinaria partidista. En una de esas usted misma se convence de validar su voto en vez de anularlo. Quién quita y –de último minuto– retoma su penúltima convicción."

Roberto Duque Roquero en La Silla rota.

No hay comentarios.:

Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

Vistas a la página totales

Huracán: La política secreta neoliberal

Huracán: "Ayotzinapa. El motivo"

Powered By Blogger

Archivo del Blog