De militarismo y usurpadores

1.- No confío en la ética de los seres humanos que le tienen confianza absoluta a la autoridad absoluta: el militarismo exacerbado es una máscara del pensamiento vertical. El más violento y autoritario de todos. El militar está entrenado para matar. Y para recibir órdenes para ello. Por eso el que le aplaude ciego a la autoridad vertical, en su piel abajo le aplaude entusiasta a la muerte (del otro). Siempre del otro.

2.- Espero que en el 2042 los investigadores sociales, cuando revisen las fotografías-memoria del sexenio de la muerte y el caos de Felipe Calderón, se indignen y reaccionen en el tiempo por los espacios que usurpó el militarismo y el poder vertical en la vida civil de los mexicanos del 2006 al 2012. ¿Y cómo pudo suceder eso? Con aplausos sonrientes de las élites que lo sostuvieron.

3.- Ochenta mil vidas interrumpió su ambición de SER a 'huevo' y a balazos, para lo que no fue elegido: Presidente. Miles de cabezas, brazos y piernas cortadas por un falso 0.56%. Las peores imágenes de nuestra historia vistas por la imposición simbólica. Sin retorno. Sin escapatoria. Todavía no termino de creer lo que en los diarios y telenovelas noticiosas he visto. Esa barbarie nos costó el fraude del 2006. Un estadio llenó de muerte que de por vida le sonará protestas a Calderón en su contra.