jueves, octubre 11, 2012

Calderón: el ochenta mil muertes en Baja California

El estela de muerte y destrucción viene a mal-estar en el Estado. Y a que sus ochenta mil muertos le retumben en el oído como olas furiosas por la bajeza humana. Ochenta mil susurros de autocastigo, de almas invisibles separadas del cuerpo por balas en la tierra. Y casaca guanga no lo olvides: ya son un ejército en el otro lugar donde no tiene tiempo la espera y algún día llegarás.

Ochenta mil balas asesinas sonarán en su mente –bam, bam, bam– mientras discursos de liderazgo e innovación le terminen gritando para complacerlo: ¡sí se puede, sí se puede, sí se puede! Ochenta mil muertes rondando cerebro adentro. Ochenta mil traumas a ochenta mil familias y ochenta mil tragedias por el poder de aferrarse a un cargo que no le confirió el pueblo. Y sí sus patrones: la oligarquía transnacional.

La Historia no lo absolverá.
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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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