lunes, septiembre 17, 2012

Para-militar-ismo

Todo paramilitarismo (civil o armado) es una estrategia de violencia de Estado. Así, los que están en el poder y dan las órdenes de la agresión no pueden ser juzgados desde las leyes que los norman: dicen, fue un grupo de ciudadanos inconformes, o una bronca entre ellos (el caso de Acteal es paradigmático). Y entonces el Gobernador, el Presidente Municipal o el policía detrás de lo sucedido, saben que no serán juzgados o removidos de su cargo –porque actúan al margen del Estado– aunque sus órdenes provoquen muerte y destrucción, como si salieran del Estado.

Si un grupo de poder se confabula para organizar un "sistema" de golpeadores, identificarlos con una pulsera, transportarlos al lugar de los hechos, darles órdenes de reventar una manifestación a golpes y luego recompensarlos con una comida china, el modelo se puede repetir en contra de cualquiera. De sus críticos. De sus adversarios políticos. De lo que les estorbe. La violencia paramilitar (civil o armado), alentada desde el Estado, tiene la intención de someter a los otros sin importar el cómo. Y los agresores, como Eichmann dirán: –a nosotros nos dieron órdenes de apuñalarlos y eso es todo–.

Los administradores del infierno abajo, sofocados de la risa comentan entre ellos mientras bailan: –tarde se dieron cuenta que tenemos seis años preparándonos para la violencia...en su contra. Nos pidieron llorando de miedo, militares, policías, retenes y cámaras de vigilancia que compramos para hacerles de la sociedad una ratonera–. –Y no van a poder escapar de ella–. Jajajajajajaja se burlan de los ciudadanos los administradores del infierno abajo. Y esa es la realidad.

En una democracia real, con lo sucedido la tarde del 15 de Septiembre en el Cuauhtémoc de Tijuana, –paramilitarismo civil o grupos de choque–, sería suficiente para que rodaran las cabezas de un (des)gobierno municipal. Entendamos lo poderoso negativo de lo sucedido: ¿y si lo hicieron una vez, por qué no lo volvería "Rambo" a repetir en contra de todo lo que le moleste? Así han iniciado todos los totalitarismos: con pequeñas acciones de fuerza que son la señal del todo (planeado).

¿Se retiró la policía un poco verdad? –Sí–. Nos abandonaron. Se escucha un diálogo en el video. Y así fue. Lo sucedido fue muy bien planeado, y requirió de varios círculos humanos de acción –paramilitares– y de (no)acción –los policías municipales–: ¿y si eso hubiera generado una muerte qué?

Aquí la película completa del ataque paramilitar en el Cuauhtémoc:


A ese tipo de hombres que alientan la violencia por la violencia (paramilitarismo civil, simbólico o armado), se les llama "hombres superfluos" –lo no necesario, lo que está de más–, engranajes automatizados de las máquinas de la violencia.

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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