"[...] en 2006, el presidente Felipe Calderón se enfundó en el uniforme militar como estrategia política para proyectar una imagen de mando y ganar legitimidad como gobernante tras la cuestionada elección que le llevó a Los Pinos y el agrio conflicto posterior que le dejó con heridas visibles internacionalmente. En ese momento, el interés del calderonismo fue que el nuevo Presidente empezara a conquistar medallas para colgar en el pecho de su recién estrenada vestimenta. Los galardones los necesitaba Felipe Calderón y la Guerra contra el Narcotráfico no fue una política de Estado, sino un programa de gobierno."
Carlos Loret de Mola, comandante de La República de la Televisión en El Universal.
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