Astuto, el
guionista se mantuvo oculto y reinó en la sombra durante años. La estructura dramática del transgobierno fue escrita con inteligencia oscura: se exilió, pero nunca se fue. El innombrable es el cerebro detrás de la cortina del teatro neoliberal. En su primer gobierno, Carlos Salinas de Gortari agravió a millones de mexicanos con el fraude electoral, con la represión política, con la corrupción desbordada, con las privatizaciones selectivas y con el fatídico quebranto económico: la memoria colectiva no lo olvida.
Por eso tuvo que actuar como
guionista: el que escribe la historia sin aparecer en la historia. El que determina el carácter de los personajes y la progresión de los conflictos dramáticos sin ser el personaje y sin ser el que asume el costo de los conflictos dramáticos. Enrique Peña Nieto es un
remake evolucionado de la dramática de
Charly.
¿Y quién será su
Chupacabras?

Mancuerna de Naranjo.
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