1.- El “control corporativo sindical construido en 70 años de priísmo, se ha vuelto factor y condición esencial para la gobernabilidad del país. En los nueve años de gobierno panista no sólo no se ha intentado desmantelar el poder sindical, sino que se han reforzado sus alianzas con él. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es parte fundamental de ese poder y así hay que entenderlo: más que una asociación gremial que defiende los intereses laborales de los maestros, es un grupo político que lucha por conservar y ampliar sus territorios y formas de influencia”.
2.- “De 2006 a la fecha, la actuación descarada de la lideresa Elba Esther Gordillo así lo demuestra; ahora se dedica, y con éxito, a ‘vender votos’ en coyunturas electorales precisas, y lo hace aprovechando a los maestros, a los que ha capacitado para este oficio”.
3.-
La renuncia de la secretaria (Josefina) Vázquez Mota es, en este contexto, un acto ambiguo: hay elementos para considerarla como victoria de Elba Esther Gordillo, así como la ratificación posterior de su yerno, Fernando González, como subsecretario de Educación Básica [...] la consecuencia más, ya quefunestade esta situación, es la reducción real del poder educativo del Estado
el margen de acción de las autoridades está severamente acotado por la intromisión sindical en casi todas las áreas de la política educativa, por lo que suele decirse que hay un clandestino cogobierno de la educación.
Así cuenta Jaime Avilés la reacción de Lujambio a los certeros párrafos de Latapí Sarre:
"Cuando Lujambio se enteró de que el Fondo de Cultura Económica iba a divulgar estas feroces opiniones de una personalidad tan distinguida, le envió un mensaje a don Pablo con la atenta
súplicade que eliminara esos párrafos, aseguran fuentes que atestiguaron la escena."
Lujambio, el Secretario pantomina de Elba Esther Gordillo.
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