lunes, septiembre 14, 2009

Ante la mentira: la revolución

Algún torbellino en el copete le causó el discurso de Andrés Manuel López Obrador a Enrique Peña Nieto porque hoy, La República de la Televisión le cedió la cabina de Joaquín López Dóriga para que respondiera los ataques en su contra. Y serpentinas dijo –incoherencias y falsedades– dijo. Enrique Peña Nieta no articula ideas, memoriza guiones y en entrevistas en "vivo" su memoria es el margen limitado de su discurso. Si su ideología es su copete, su peinado está destruido por lo hertziano, por la falsedad y por lo brutalmente plástico de la telenovela política "El 2012".

Ante la impopular propuesta de aumentar impuestos, la ofensiva mediática contra "la protesta social" copa las fibras, señales y micrófonos de La República de la Televisión. Ayer la cornada sin réplica fue contra los políticos genéticamente mal dotados y contra los rufianes que bloquean las calles. Hoy fue contra los "invasores profesionales", los que a gritos y sombrerazos toman por suyo lo que no es. Los invasores son transgresores de la ley. Y la cárcel es el destino de los que transgreden la ley. Esa será la estrategia de choque hasta que pasen los "impuestos". Todo lo que tenga olor a protesta y a defensa de la economía popular será calificado de ilegal y de violencia. Es hora de ponerles un alto. El país ya explotó.

La única forma de conmemorar la revolución y la independencia de México es intentar la revolución e independencia de nuestra mente. Una mente libre rechaza la manipulación noticiosa, una mente independiente rechaza el poder excesivo de la televisión y la degradación de la cultura que transmite como modelo a millones de mexicanos: machismo, clasismo e ignorancia. Es hora de hacer valer nuestro derecho a la información, a la libertad de expresión y a la libre manifestación de las ideas. Infórmate e informa: que los porcinos no te vuelvan a cubrir la boca.

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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