70 años de la derecha golpista

El PAN cumplió 70 años como partido y como vocero de las ideas conservadoras de la derecha y extremaderecha en México. Así se divide el número: 50 años de oposición y 20 de colaboracionismo. Su matrimonio oficialista inició el día que avaló el fraude electoral de 1988. De esa boda surgió el PRIAN. Los últimos 20 años del panismo han sido una sinfonía de traiciones: avalaron el fraude del 88 a cambio de gotas mágicas de poder, simularon entre zorros, mercadotecnia y una televisión a su servicio, la transición de terciopelo y coca cola; y ya en La Presidencia utilizaron las máscaras del poder para perseguir la libertad, destruir la justicia y bombardear la democracia.

No satisfechos con el caos foxista, se robaron La Presidencia en el 2006 y hoy, por los favores electorales recibidos, viven supeditados a las órdenes de un político que ni siquiera está afiliado en su partido: Carlos Salinas de Gortari.

En la voz de sus ex dirigentes se puede advertir el estado de coma (y el autoengaño) en que se encuentra el panismo en su setenta aniversario:

"El PAN está obligado a ser la conciencia política del país." –Risas Grabadas–.
Luis H. Álvarez, ex dirigente nacional del blanquiazul.

"El PAN no quiere reclutar clientes ni formar rebaños, sino convencer a hombres libres y responsables... para una reforma colectiva que pase por la reforma personal". –Risas Grabadas–.
Felipe Calderón Hinojosa, ex dirigente nacional panista.

Por otro lado, Manuel Espino, en entrevista con Álvaro Delgado del semanario Proceso, asume La degradación panista:

Sobre la elección del 2006: “No se valen campañas de denostación, de desprestigio, y eso hicimos”.

Sobre el aborto, las familias no tradicionales, los homosexuales y las lesbianas: “Me parece que a ratos el PAN ha tenido una actitud injusta e inhumana con esas personas. Podemos no estar a favor del aborto, pero no se justifica condenar a tres años de cárcel a una mujer que aborta”.

Sobre el Estado laico: “Un mandatario, si es católico o profesa algún credo religioso, no debe andarlo exhibiendo en el desempeño de su función pública, porque genera confusión y debilita al Estado laico, en el que yo creo”.

Sobre la guerra sucia: "Desde el primer día, el presidente de México habló de unidad, pero desde el gobierno se han permitido cosas que han agredido a la oposición, que han dificultado la unidad, el acuerdo y el consenso”.

Sobre su pacto con Mario Marín, el gober precioso: “Yo le dije: ‘Lo que te pido es que le ayudes a tu estado a tener un presidente de la República que sea el mejor posible, y en este momento el mejor posible es Calderón’.

Sobre los 10 gobernadores del PRI que lo ayudaron a consumar el fraude del 2006: “Les hice ver el riesgo que implicaba que ganara López Obrador”.

Sobre la corrupción azul: “Si ya incurrimos en prácticas inmorales y de corrupción, es hora de cambiar y volver al origen”.

Sobre los gobiernos panistas (¿O César Nava?): “Los que la han hecho la deben pagar. Sería muy lamentable que la inmoralidad se recompense con cargos públicos. Sería muy lamentable que la incongruencia se recompense con candidaturas y posiciones de privilegio. No sería ético, porque alienta la impunidad”.

El setenta aniversario, una espiral de cinismo.