Tres años

Se cumplen tres años de la Usurpación del Poder Ejecutivo en México, tres años de la dictadura simulada impuesta por la mafia de los 30: la oligarquía neoliberal que gobierna y controla el país a través de un pelele llamado Felipe Calderón Hinojosa. ¿Y qué ha ganado el país del caos? Claridad histórica. La usurpación ha puesto el mapa de la política obscura sobre la mesa, ha lampareado las relaciones de los grupos de poder que rompieron La República para sustituirla por La República de la Televisión.

Aquí las certezas dentro del caos:

1.- La máscara democrática. El "discurso" es madera hueca si no se complementa con "acciones". La democracia del prianismo es ruptura de la democracia, es fraude constante, es inequidad, es salva, dinero y cera. Es impunidad y cinismo unilateral: "Por la democracia", "en el nombre de la democracia" y "elegido democráticamente" son las mentiras mundiales de la clase política prianista.

2.- La militarización. Hoy quedan pocas dudas sobre el verdadero motivo de la ruptura del órden constitucional: la legitimidad de Felipe Calderón como presidente televisivo de México. Legitimarlo ha costado una guerra "real" y miles de vidas de mexicanos. El Ejército Mexicano en tres años, pasó de ser la "institución" mejor valorada del Estado, a ser un símbolo de la represión y la quiebra de los Derechos Humanos. La presencia pública de los militares es contraria a la libertad y un elemento simbólico para expandir el miedo, e imponer su imagen pública: el autoritarismo.

3.- La impunidad a los expresidentes. Miguel de la Madrid Hurtado en entrevista con Carmen Aristegui denunció la corrupción de Carlos Salinas de Gortari ("se robó la mitad de la partida secreta") y después de una operación de urgencia, el Imperio de Gortari amedrentó a de La Madrid, lo forzó a desdecirse y desapareció de las pantallas "la noticia". Impunidad al cuadrado. Si el discurso de la guerra contra el narco fuera verosímil, los primeros prisioneros serían Vicente Fox Quesada y su gabinete. Impunidad elevada cuadrado. Zedillo obtuvo su cheque en blanco en La Suprema Corte de Justicia para pagar su responsabilidad intelectual en la matanza de Acteal. Impunidad a la décima potencia.

4.- La vergonzosa alianza entre Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón demuestra el desprecio de los neoliberales por la educación pública, por el pueblo y la niñez de México. ¿Cómo puede ser posible que un gobierno que se dice democrático sostenga esa humillante sumisión ante la lideresa magisterial? Le ha cedido La Secretaría de Educación Pública (de donde depende el CONACULTA), la Lotería Nacional, el ISSSTE, etc, a cambio de los "favores" electorales recibidos en la simulación electoral del 2006.

5. - El PRD está cercado, copado y lesionado por el salinismo que tiene en "los chuchos" su caballo de troya en el campo amurallado de "la izquierda". ¿Desde cuándo han practicado los chuchos esa irresponsable "alianza" con la oligarquía? El orden de los factores sí altera el producto: si fue "antes" o "durante" la elección presidencial del 2006, son coresponsables del fraude; si fue en el momento de La Resistencia a la imposición, fueron los pájaros que estuvieron filtrando información. "Haiga sido como haiga sido", los chuchos en la realidad, con sus acciones y discurso son los detractores de su máscara mediática moderna: son los más grandes traidores de la historia de la izquierda en México.

6.- La condición del poder a Calderón fue: "con la televisión todo, sin la televisión nada". La impostura de la mafia de no respetar el voto del pueblo e imponer a un presidente mediocre como Calderón, no pudo ser diluida porque la televisión engañó a México: negó la existencia del fraude electoral y desapareció de la pantalla a La Resistencia Civil Pacífica. La televisión impuso un simulacro de presidente como "Presidente" y los verdaderos secretarios de Estado son el comando de opinadores de Tercer Grado, que hicieron de "Calderita" un Calderón. La ilusión mediática, afortunadamente, nunca es para siempre.