Charly: presidente del Senado

La República de la Televisión –isla perfecta de las sombras y las ilusiones– dice que, por primera vez en la historia, un senador de "izquierda" ha sido nombrado Presidente de la Mesa Directiva del Senado. El "supuesto" senador de izquierda es Carlos el chucho Navarrete. La falsa historia: las distintas corrientes de pensamiento tienen voz, representación y voto en La República de la Televisión. De nuevo, "espejismos". Nadie duda que Navarrete haya crecido como político dentro de los partidos de izquierda, y nadie pone en duda su extensa lista de responsabilidades burocráticas y populares, pero para poder entender la trampa, debemos recurrir a la definición de izquierda del filósofo Gilles Deleuze:

"Ser de izquierda es una cuestión de percepción. Primero es "el mundo", después el continente, el país, mi ciudad y después "yo". La izquierda es el conjunto de los procesos de devenir minoritarios. La mayoría no es nadie y la minoría es todo el mundo, eso es ser de izquierda, saber que la minoría es todo el mundo."

Los chuchos son "primero" las plurinominales, después el presupuesto, y al final "lo que sea". Carlos Navarrete es un instrumento del poder que simula ser parte de las "minorías" y que se incrusta en ellas para facilitar el control y la tenencia del poder de la oligarquía (a la que "en apariencia" combate). ¿O no han sido los chuchos unos serviles peones de la usurpación, y por lo tanto, detractores constantes de las minorías? Ahí está el ridículo de Ruth Zavaleta actuando como la "chimoltrufia" de la política en la Cámara de Diputados; o las declaraciones del "capulinita" Acosta Naranjo en contra de todo lo que oliera a AMLO; o el fraude de Jesús Ortega para imponerse en la Presidencia Nacional Perredista con una "ligerita" ayuda de sus amigos (Ulises Ruiz, Enrique Peña Nieto, Fidel Herrera, etc). Los chuchos de minoría (de izquierda) tienen lo que de inteligencia y carisma Felipe Calderón: nada.

Por eso, la nota debería decir: hoy, un ex presidente (sin ser presidente) toma el control de la cámara (alta y baja), de la Suprema Cort(a) de Justicia y del poder Ejecutivo. A ese entramado de conspiradores políticos se le conoce como neomaximato, o más obscuro: El Imperio de Gortari.