CECUT: Estrictamente ciudadano 05

CARTA DE ROBERTO CASTILLO

Lic. Héctor Villanueva G.
Subdirección de Promoción Cultural
Presente.-

Por medio de esta carta doy una respuesta a la invitación editorial tuya, fechada el pasado 12 de Febrero del presente año, y al mismo tiempo hago de tu conocimiento mi decisión para que sea cancelada, temporalmente, la publicación de mi libro, Nuestras vidas son otras (reunión de poemas), que había sido seleccionado por el jurado de la Convocatoria de la Colección Editorial del Centro Cultural Tijuana 2009, por las siguientes razones:

Primera.- Soy uno de los firmantes en la carta que se mandó a la Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), para protestar y para que reconsidere la decisión de nombrar a un director del Centro Cultural Tijuana sin haber realizado mínimamente una consulta o un consenso entre la comunidad cultural de la región, lo cual la hace aparecer como una decisión de puro compromiso político.

Segunda.- Aclaro que la carta en ningún momento se opone a la persona designada, tampoco propone a otra alterna; respetuosamente, la inconformidad se manifiesta en cuanto a la falta de transparencia en la designación. Si bien estas decisiones centralistas son parte de una tradición política común en nuestro país, considero que si tanto se pregona el arribo de la democracia, creo que éste es sólo un acto demagógico más de las instituciones nacionales y con las cuales estoy, y estaré, en total desacuerdo.

Tercera.- No es mi posición una forma de resistencia al cambio, sino a la permanencia de los mismos métodos y estrategias de antaño para designar los puestos directivos a través del compadrazgo, las relaciones sanguíneas, las favores políticos, y no por los méritos requeridos o por la experiencia en el campo cultural.

Cuarta.- Sin embargo, ahora agrego también que las palabras de soberbia, el ninguneo y el desprecio por parte del nuevo director del CECUT hacia la comunidad cultural, públicamente y a través de los medios por haber cuestionado el nombramiento, son una manera de manifestar su necesidad de censurar, negar o descalificar a la diversidad de opiniones en una sociedad preocupada por los quehaceres de la cultura.

Quinta.- Y si la dirección ya inició su política cultural desde la intolerancia, o con prebendas en busca del silenciamiento a las ideas diferentes, entonces es un mal presagio para los creadores, los públicos, la práctica y la creación de la cultura tanto regional como nacional e internacional.

Sexta.- Creo que no es congruente de mi parte permitir la publicación de un libro que he trabajado durante años y que desea expresar su libertad creativa para que en un prólogo institucional pudieran aparecer, en las primeras páginas, las palabras de un director que no sabe ni desea respetar las libertades tanto de pensamiento como de expresión que son ajenas a las suyas.

Séptima.- Solicito que, mientras el Mtro. Virgilio Muñoz esté como director del CECUT, mi obra permanezca en calidad de espera en su lista editorial.

Agradezco de cualquier forma todos los apoyos otorgados a éste, su seguro servidor.

Atentamente

Roberto Castillo Udiarte